Heather... «Noah Jupe»

41. Sweet creature 2.

Don't know where we're going but we
know where we belong.

Rode mis ojos mientras escuchaba como los camiones de mudanza que se estacionaban fuera de mi casa. David y Evan se mudaban hoy, que genial, no podía esperar para verlos ¡uju!

Me levante de la cama y observé por mi ventana.

—Son las ocho de la mañana, ¿por que llegan tan temprano?—hable un poco molesta.

Cansada me tire sobre mi cama otra vez. De verdad no podía creer que esto estaba pasando. Es decir, jamás lo vi venir. Fue tan repentino que me hizo odiarlo, me hizo a la familia. Aunque la verdad, él jamás será mi familia.

Tocaron mi puerta levemente. Rodé los ojos.

—No quiero nada, madre.—dije mirando el techo.

—Oh, lo siento, no soy tu madre. Soy Evan.—me levante de la cama y abrí la puerta.

—Hola Evan.—trate de sonreír.

—Perdón por molestar, venía a obsequiarte algunas cosas.—me sonrió de lado. Lo dejé pasar y dejo una caja de cartón sobre mi cama.—Son detalles pequeños para el cabello, eran de mi madre, mi padre se quería deshacer de ellas pero las escondí y te las traje.—me sonrío.—Se verían bien en tu cabello.—saco clips con forma de mariposa, había de todos los colores que te podías imaginar. Eran tan bonitos.

—Son tan bellos, gracias Evan.—lo abracé.—Lamento haber sido un poco ruda, todo esto es nuevo para mi.—me alce de hombros.

—No te preocupes, la manera en la que te enteraste no fue la correcta. Yo me hubiera puesto igual.—reí con el. Él era agradable, a comparación de mi madre creo que lo quiero más a él.

[...]

—Hola faith, no entiendo porque no has contestado mis llamadas. ¿Estás molesta conmigo? Por favor cuando puedas llámame.—colgué la llamada.

No he sabido de faith en todo el mes, no contesta mis llamadas y pareciera que me está ignorando. No lo entendía.

—Hola.—Noah entro por mi ventana.

—Hola.—le sonreí.

—Adivina quien tiene un departamento.—me miró con una sonrisa.

—¿Que? ¿De verdad?—lo mire emocionada. El asintió, lo abracé lo más fuerte que pude.—P-pero, ¿como es posible? Eres un mocoso de 16 años.—reí mirándolo.

—Casi 17.—me corrigió.—Tuve que hablar con mi padre, después de todo, la herencia que dejo mamá era para mi también.—se alzó de hombros.

—¿Como rentaste un departamento? Pensé que costaban una fortuna, ademas, tienes 16 no 18.—alce una ceja.

—No fui yo, mi padre lo está rentando para mi.—se sentó en mi cama.—Y estaba pensando si tú...—me miró.—Quería venir conmigo.—trago saliva.—Solo si quieres, no tienes que hacerlo.—hablo rápidamente.

—Me encantaría Noah, pero no puedo hacerlo. Mi madre jamás me dejaría y lo último que quiero son problemas.—me senté a su lado.