Heather... «Noah Jupe»

23. Lo siento.

Hoy no era un día soleado, me gustaba este clima pero tengo que admitir que por alguna razón me deprimía.

Había algo apagado en mi, algo que no quería levantarse de la cama.

—Knock knock.—mi abuelo entro.

—¿Pasa algo?—suspire.

—No, solo quería venir a ver a mi nieta favorita.—me sonrió y le sonreí de vuelta.

—Lo siento. Me siento rara hoy.—me senté.

—¿Discutiste con Indy?—negué.—¿Con Noah?—se sentó a mi lado.

—No, no lo sé.—ladee la cabeza.

—Escucha, a veces los amigos necesitan espacio, tal vez el solo necesita estar solo. Ya sabes, cosas de pubertad.—me sonrío.

—Tal vez si.—le sonreí.

—Bien, ahora baja, no has desayunado y ya son las dos de la tarde.—se levanto.

[...]

Salí de la ducha, me miré al espejo. Por Dios, no me había dado cuenta de que tenía ojeras más grandes que mis orejas.

Como sea, me vestí y baje. Escuchaba risas provenientes de la sala.

Seguro era Indy y un chico que había conquistado por ahí, no me sorprendo.

Termine de bajar las escaleras, era noah, noah era quien estaba con Indy. Bueno, no es para tanto, lo veía venir.

—Ah, ¿vienes a ver el show?—indy me miro.

—¿Que show?—pregunte mirándola.

—No lo se.—sonrió.

—okay, iré a desayunar.—dije yendo a la cocina.

Me sentía traicionada, más que traicionada, me sentí usada. No tenía idea de que carajos estaba haciendo, pero era un idiota.

—¿Quieres galletas?—la cocinera me sonrió.

—No, gracias.—le sonreí.—Creo que comeré cereal, no tengo tanta hambre.—me senté.

—¿Segura?—me miro.

—Claro.—mire la mesa.

—Oh, te llegó este correo.—me entregó una carta.

—¿Tienes idea de quien la pudo haber enviado?—mire el sobre.

—No, solo dice que es para ti. Supongo que es de tu madre.—sonrío.

Mi madre, ni si quiera me acordaba de ella.

—Por favor, podría esperar una carta de cualquier persona menos de mi madre.—reí irónicamente.

—No seas tan dura con ella, lo está intentando.

—Si, está intentando alejarse de mi, y lo está logrando.—dije jugando con mis manos.

—Estará aquí para navidad y Año Nuevo.—sonrió.

—Estamos en septiembre, aún falta mucho.—la mire, ella me dio el cereal y yo lo empecé a comer.

Mire mi teléfono mientras comía, tenía varios mensajes de Cole, no tenía ganas de responder mensajes.

Deje el celular en la mesa y troné mis dedos, es random pero ayuda cuando tengo problemas o me siento estresada.

Revise mi correo, tenía un lista de tareas que tenía que entregar para la semana que viene. Aún así, tengo proyectos que terminar.