37. We are young.

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Tonight, we are young
so let's set the world on fire
we can burn brighter than the sun.

Querida, alguien dejó esto para ti en la puerta.—mi madre entra con una gran caja de cartón de color azul.

—¿Quien?—pregunte acomodándome un poco, mi pie no mejoraba en lo absoluto.

—No lo se, también dejaron esta carta.—me lo entrego. Mi madre salió de la habitación y me quede sola con harry.

—¿Quieres descubrir que es? Claro que quieres, claro que quieres.—acaricie su pancita.

Abrí la pequeña nota.

"Hola, soy melisa.

Lamento haber sido un poco grosera la última vez que te vi, espero que puedas perdonarme:)

Te preparé un pastel especial, no es el más delicioso pero se que te gustará. Cuando quieras visitarme, solo ve a la cafetería y podremos tomar café juntas.

Oh, espero que tú pie mejore, tu novio me dijo que una pelos de tomate lo lesiono.

Feliz navidad, te quiere
melisa:)"

Basta, melisa es la mejor. Desearía que fuera mi abuela.

—¿Es pastel? ¿Me das?—dice jacob acercándose con los ojos en el pastel.

—¿Cuando llegaste?—pregunté asustada.

—Hace un rato, solo que me dio flojera entrar entonces me quede en tu balcón. Tu vista es muy buena eh.—ambos reímos.

—Está bien, te daré pastel después de que desayunes. El azúcar te pone mal antes de las 10 am.—le dije regañándolo.

—Está bien mamá, ¿puedo comer pastel después de las 10 am?—preguntó con un puchero. Rodé los ojos y asentí.—¿Por qué Katherine sigue aquí? Pensé que se iría después de lo que te hizo.—dice el rodando los ojos.

—Yo pensé lo mismo, ¿no se ha ido?—pregunte. El negó.

—Ella y noah están viendo riverdale, los vi desde tu balcón.—se alza de hombros.

—¿Por qué me mentiría? El dijo que la correría de su casa.—me crucé de brazos.

—Oh, lo lamento, no sabía que...—se quedó callado.—Oop, ahora esto es incómodo.—dice suspirando nerviosamente.

—No es tu culpa que noah sea el peor mentiroso de todos.—rodé los ojos.

—Lo siento, debi quedarme callado. No quería ocasionar problemas.—trago saliva.

—No deberías quedarte callado, jamás.—lo mire.—Ven, siéntate, veamos Shrek mientras comemos pastel.—le sonreí. El me sonrió y se acercó a mi, se recostó a mi lado y yo recosté mi cabeza en su hombro, su cabeza se recostó sobre la mía.—Gracias por siempre estar para mi.—le susurre.

—Se que tú harías lo mismo.—susurro de vuelta.

[...]

Heather... «Noah Jupe»Où les histoires vivent. Découvrez maintenant