Heather... «Noah Jupe»

14. ¡Feliz cumpleaños!

Los días habían pasado, mi amistad con noah iba mejorando un poco. No era la mejor, pero por lo menos no nos agredíamos tanto como antes. Ya no le digo vanidoso y el no me dice presumida. Incluso descubrí que tenemos cosas en común.

Me encontraba viendo Bob esponja en mi cuarto. Había salido de la escuela y lo único que quería hacer era relajarme.

Reí mientras comía palomitas. Me pare mientras aún comía y me atraganté, empecé a toser mientras ponía mi mano en el pecho. ¿En que momento pasó esto?

Sentí unas manos rodear mi cintura y aplastar mi estómago, la palomita mojada salió volando hacia mi televisor. Era asqueroso.

—¿Quien se atraganta con una palomita?—dice noah riendo mientras se deja caer en mi cama.

—Gracias por preocuparte.—le dije con sarcasmo.

—Si lo hice, te saque la palomita, ¿que mas quieres?—subió el volumen de la televisión.

—No lo se, asegurarte de que estoy bien.—le dije.

—Estas respirando, estas bien.—me movió un poco hacia la derecha para poder ver bien la televisión.

—Eres molesto.—le dije.

—Lo se.—me sonrió. Rodé los ojos y salí de la habitación.—¡Tráeme agua!—me grito.

[...]

Me arregle un poco el cabello mientras me miraba al espejo, me miraba muy mal. Sentía que todos me mirarían, suspire mientras quitaba el broche de mi cabello.

—¿Que está mal conmigo?—me mire de nuevo. Mañana sería mi cumpleaños y me veía horrorosa, no había explicación.

Andrés ya se había ido, gracias a dios ya no tendré los dolores de estómago que odio.

—Ding dong, ¿estás lista?—Noah entró por la puerta de vidrio.

—¿Sabes tocar?—pregunte.

—¿Las bubis?—preguntó riendo.

—¡La puerta!—le grite con las mejillas rojas. El solo río a carcajadas.

—Solo bromeaba, idiota.—me sacudió el cabello.

—Estoy teniendo una crisis existencial por mi cabello y tú llegas y haces esto. Gracias.—respondí tirándome a la cama.

—¿Te sientes mal?—se acosto a mi lado.

—Algo así, ya sabes. Episodios de una chica que se siente insuficiente. Cosas de adolescentes.—respondí aún mirando el techo. Era una costumbre hacer esto; acostarnos en la cama mirando el techo mientras hablamos de nuestros problemas, a veces lo hacemos comiendo cosas, como chocolate y dulces.

—¿Como está eso de que te sientes insuficiente?—sentí su mirada, seguro diría una tontería.—Eres lo suficiente para alguien como...—pensó.—cole.—dijo sin ánimos mirando al techo de vuelta.

—¿Por qué para Cole?—ahora era yo quien la miraba.

—No lo se, ambos son presumidos.—río y yo le di un leve golpe.—Ambos se ven bien juntos.—suspiro mientras jugaba con su cabello.

—No lo creo. Me vería mejor con algún chico de cabello rizado.—pause.—Como Finn wolfhard.—sonreí. Recordé cuando estaba muy enamorada de él, era como una obsesión.

—Tal vez, ¿tienes alguna foto de él?—reí aún más. Si supiera que tengo miles de fotos de el.

—Claro.—me levante.—Cierra los ojos, no hagas trampa.—el rodó los ojos y se tapo los ojos con sus manos. Del closet saque una maleta con fotos de finn, ni si atrevan a decir algo.