09. ¡Eres odioso!

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¿Como vas a decir que dc es mejor que marvel? ¿Te falta un tornillo?—le pregunte a Noah. Moana había acabado al igual que los burritos. (Oigan, esto lo escribí 3 días antes de saber que Chadwick había muerto🥺💔)

—¿Y tu como vas a decir que marvel es mejor que dc? ¡A ti te falta un tornillo!—me grito.

—¿Disculpa? ¿Has visto capitán America?

—¿Acaso has visto Batman?—se puso de pie.

—¡No, ¿por qué vería Batman?! ¡Es del bando contrario!—le grite.

—¿Y yo por qué vería capitán America? ¡También es del bando contrario!—me grito igual. Grite estresada.

¡Eres odioso!—le grite.

—¡Pues tú no te quedas atrás!—me grito igual.

—¿Cuando será el día que dejen de pelear?!—faith se puso en medio de ambos.

—Jamás.—hablamos al mismo tiempo. Ella rodó los ojos y se sentó.

[...]

Ya era martes, hoy tocaba deporte. ¡Lo odio! Siempre es lo mismo, subimos la cuerda, bajamos y después calentamos. Es todo aburrido.

El viernes era cumpleaños de Noah. No tenía idea de que le regalaría. Ni siquiera sabía si tenía que regalarle algo.

—¿Estas lista?—Luther pregunto desde el otro lado de la puerta.

—No, aún faltan veinte minutos para entrar. ¿Por qué?—pregunte abriendo la puerta.

—Está bien, esperaré abajo.—me sonrió.

Eso fue extraño.

[...]

—Vayan a los vestidores, pónganse sus uniformes deportivos y vayamos al gimnasio. Haremos algo diferente el día de hoy.—¿Oyeron eso? ¡Haremos algo diferente, por fin!

—¿Que crees que haremos?—pregunto faith caminando a mi lado.

—Supongo que jugaremos un juego o algo así.—le sonreí.

—Apuesto a que es volleyball.—dijo Noah.

—No puedes saberlo.—le dije.

—A que si.—me miro. Rodé los ojos.

[...]

El silbato sonó. El juego había comenzado.

Efectivamente, era volleyball. No se como Noah lo sabía. Tal vez es brujo o algo así.

Yo era pésima jugando volleyball. Aún que me gustaba verlo y a veces jugarlo. Pero tengo que admitir que soy pésima jugándolo.

Habían dos equipos, el de las chicas y el de los chicos. Los chicos eran mucho más altos, pero había chicas muy altas también. Se podría decir que empataríamos. Creo.

Mis agujetas estaban desatadas. Me puse a atarlas; era muy bajita y mis oportunidades de pegarle a la pelota eran bajas.

—¡_____, cuidado!—me grito faith. Lo último que sentí fue la pelota contra mi nariz. Genial, la pelota nunca me tocaba hasta que me distraje. A eso le llamo suerte.

[...]

El hielo calmaba un poco mi dolor. Mi nariz estaba hinchada y juro que no la sentía.

Heather... «Noah Jupe»Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum