Heather... «Noah Jupe»

33. Every breath you take.

El se había ido, no lo vería por las de veinte días. Veinte días es mucho tiempo, ¿acaso se aburrió de mi?

Sin entender me recosté en la cama.

—Hola harry.—saludé a mi gato.—Mira cuando has crecido.—bese su pequeña cara.

[...]

—¿Cuales son tus galletas favoritas?—mi madre me preguntó mientras miraba el gran pasillo de galletas. Estábamos en el supermercado por tercera vez en la semana.

—No lo se, ¿chispas de chocolate?—dije sin mirarla. Ella tomó un paquete de galletas azules.

—¿Comes pasta?—preguntó mirándome.

—Claro que si.—entrecerré los ojos.

—Bien, la familia de indy vendrá a pasar las fiestas con nosotros.—oh no, indy otra vez.

—¿Por que?!—pregunté exaltada.

—Porque son familia, ¿como que por qué? Además, tendremos fiestas con los vecinos, así que no te tienes que preocupar por socializar con indy. Se que no se llevan muy bien.—me miro mientras movía el carrito del supermercado. Yo rodé los ojos.

—Iré por la leche.—dije suspirando.

Llegue a los grandes refrigeradores y busque la leche.

—¿Donde estas?—pregunte. Miraba yogurts y helados, pero no veía la leche.

—Aquí está.—mire a mi costado y ahí estaba Cole con un galón de leche en sus manos y una sonrisa en su cara.

—Hola, hace tiempo que no te veo.—le sonreí.

—Salí de la ciudad, conocí gente nueva y ahora me estoy mudando.—me sonrió.

—Oh, ¿te mudas?—pregunte.

—Así es, conocí a una chica increíble. Quise quedarme con ella, creí haber estado enamorado de ti, lamento haber actuado como un psicopata.—hizo una mueca.

—No te preocupes, no pasa nada. Espero que seas feliz con tu nueva chica.—le di un leve golpe en el hombro.

[...]

Veníamos de regreso a casa, el camino era silencioso. El clima no ayudaba del todo.

Unas palabras rondaban por mi cabeza: "conocí a una chica increíble" ¿que tal si pasa lo mismo con Noah? ¿Que tal si encuentra a alguien mejor que yo?

—¿Estas bien?—me pregunto luther.

—Claro.—le sonreí de lado.

—No pareces estar del todo bien.—me miro por el retrovisor. Yo no dije nada.—¿Es por ese chico Noah?—pregunto. Baje la cabeza.—No te preocupes, eres mucho para el.—me sonrió.—Solo bromeó, el estará aquí para ti.—me sonrió de vuelta.

No supe que decir.

[...]

Los días pasaban, nada cambiaba. Siempre era la misma rutina de siempre: me levantaba y me quedaba observando el anillo que me regalo mientras escuchaba fine line de harry styles. Era muy deprimente, pero de alguna manera me hacía feliz recordar el momento en el que me regaló el anillo.

"
—¿Por que tienes tantos anillos en tu mano?—pregunte a noah tomándolo de la mano para observar sus anillos. Estábamos en un río que estaba cerca de la boda.