Heather... «Noah Jupe»

35. New person, same old mistakes.

I can just hear them now,
how could you let us down.

Hoy es la cena de navidad, no quería arreglarme. No tenía ganas de nada.

—¿Estas lista?—mi madre entró a mi habitación.—¿Por qué sigues en pijama? La fiesta empezará en menos de una hora. Será mejor que te vistas y quites esa cara de amargada.—me miro seria.

—No quiero ir, vendrá indy y de seguro se burlara de mi. Además de que no conozco a nadie en este vecindario.—abrace mis piernas.

—Casi un año aquí y aún no conoces a los vecinos.—alza una ceja.—Te servirá para que los conozcas, levántate.—se acercó a mi.

—No vendrá jacob y mucho menos faith, ¿que haré allá abajo?—la miré con el ceño fruncido.

—Divertirte.—alzo una ceja.

—¿En una fiesta con gente de mas de 30 años? No lo creo.—me recosté.

—Ponte de pie ahora, es una orden.—se levanto y camino hacia la puerta.—Más te vale ser amable con los invitados.

[...]

Rodé los ojos mientras maldecía en voz baja. ¿Por qué tenía que bajar? No quería hacerlo. Escuche voces de gente llegando, acomode un poco mi cabello y sonreí falsamente mientras salía de mi habitación.

—Oh, ella es mi hija. Ven aquí cariño.—mi madre me sonrió hipócritamente mientras yo terminaba de bajar las escaleras.

—Un gusto, soy _____.—les ofrecí mi mano con una sonrisa. Eran una pareja de abuelitos, se veían amigables la verdad.

—Hola querida, te ves hermosa.—la señora me sonrió.

—Mírenla, eras una bebé cuando te conocí.—ahora el señor me sonrió. Yo mire a mi madre con cara de confusión.

—Son viejos amigos de la familia.—me susurro.

—Oh, bueno yo era una bebé entonces...—reí nerviosamente.

—¿Por que no pasan? En el jardín hay botana y bebidas.—me madre camino con ellos hasta el jardín.

[...]

Aburrida quite el mechón de cabello que se atravesaba por mi vista. ¿Por qué navidad tenía que ser tan aburrida? ¿Por qué no puedo ser una niña para siempre? Quisiera retroceder el tiempo.

—¿Estas aburrida porque tú noviecito no esta?—indy se burló.

—Jacob tiene que estar con su familia en la cena de navidad.—bromee, pero era obvio que ella no lo entendería.

—¿Quien carajos es jacob?—pregunto sentándose.

—No te incumbe.—volví a ver mis manos.

—Oh, ¿ya te olvidaste del tal noah? Era de esperarse.—bebió ponche.

—¿Disculpa?—la mire.