en mis venas; trueno

06

DAFNE

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Hace tiempo que Mateo ha terminado de comer y aquí sigo yo, con la hamburguesa a mitad de camino y la bandeja llena de patatas.

— ¿Me das uno?

— Ni lo sueñes.

— Venga, porfa... — me mira con ojitos de corderillo y haciendo pucheros.

Al final cedo y le tiro una patata frita que coje al vuelo.

— ¿Eres así de lenta para todo? — pregunta sacando su móvil del bolsillo.

— Para mandarte a la mierda soy más rápida, ¿quieres comprobarlo? — contesto con una sonrisa.

— En realidad no, gracias — me devuelve la sonrisa cuando su teléfono empieza a sonar.

— Si me disculpas... — se levanta de la mesa y sale fuera.

Ya estoy llena por lo que aparto la bandeja y me quedo embobada pensando en las últimas semanas, desde aquel altercado con Gala no he tenido ningún contacto con ella y viendo el lado positivo podemos decir que he ganado a un amigo, Manuel.

Hemos establecido una amistad y nos llevamos muy bien.

— Te has quedado atontada ¿en qué pensabas? — alzo la mirada y me encuentro con Mat.

— En nada, ¿era importante? — pregunto refiriéndome a la llamada.

— Más o menos... ¿Te lo vas a terminar? — señala con el dedo a la bandeja.

— No, todo tuyo.

Llego a casa una hora después.

— ¡Ya estoy aquí! — grito dudando de que haya alguien.

Como sospecho estoy sola.

Subo a mi habitación y cuelgo el abrigo en el armario, sé que tengo deberes que hacer pero paso de ello y me tumbo en la cama con el fin de revisar los mensajes nuevos.

Tengo treinta y dos del grupo con mis amigas, decido leer solo los últimos.

Tiramisú de perras

Amanda

falta poco para las vacaciones
de navidad

Sofía

daf, tienes pensado venir?

claro que sí! no lo dudéis

Sigo con mi ruta y entro en el chat de Manu.

Manuuuu

que onda daf, tienes planes para
el domingo?

no, por qué?

Al ver que no me contesta decido pasar a la siguiente conversación cuando la cara de Mat me aparece en la pantalla.

Es una videollamada.

Me siento, acomodo el móvil en la mesilla de noche y le doy a aceptar.

— Heeeeeey.

Él ha tenido la misma idea que yo solo que se encuentra tumbado.

— Hola, ¿pasa algo?

— Sí, o sea no. Solo te tengo una propuesta.

— ¿Cuál? — pregunto interesada.

— Como sé que mañana no tienes nada que hacer ni nadie con quien quedar, ¿qué te parece si te llevo al show que tengo en Rosario? — está sonriendo.

Justo en ese momento me aparece una notificación.

Manuuuu

como me tienes la cabeza loca
con esa película que quieres
ver he conseguido entradas, te
apuntas?

— Daf ¿me estás escuchando? ¿Te vienes o qué? — habla Mat.

La situación va más allá de elegir entre los dos planes y soy consciente.