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MATEO

❁══════❁

Los chicos y yo estamos esperando pacientemente a que las pibas terminen de prepararse, hoy salimos de joda a la fiesta de un amigo del primo de Dani como habíamos acordado antes de venir.

El mencionado mira por quinta vez en la última hora el reloj que porta en su muñeca.

— ¿Nos vamos ya o qué? A este paso cuando lleguemos solo quedará agua — se queja Dani.

Las mujeres van bajando pero solo me fijo en ella, una vez más está preciosa.

— Vamos — habla Wos.

— ¡El último que cierre la puerta!

Obedeciendo, cierro y les sigo.

La casa de ese chico no está lejos, tardamos diez minutos en llegar y antes de entrar Manu se para frente a nosotros.

— Pasároslo bien pero no bebáis mucho, ¿sí?

— Sí papá — dice Sara.

— Déjate de tonterías y entra — interviene Wos.

Y como es de esperar nadie le hace caso, es más, el mismo Manu también va mal.

Yo de momento me encuentro bien, lo único que he bebido son dos cervezas, en cambio Dafne...

Además de estar borracha socializa más de lo que me gustaría.

La observo de lejos viendo como baila con otro pibe demasiado pegaditos para mi gusto.

El tiempo pasa, me doy cuenta de que no puedo aguantar esto ni de puta coña durante toda la noche y menos después del beso de ayer.

Salgo afuera a tomar algo de aire.

¿Estoy celoso?

Mucho y no puedo evitarlo.

Después de un rato y de acabar de fumarme el cigarrillo, vuelvo dentro.

Toda la gente antes esparcida por toda la casa se encuentra ahora en un punto exacto, al lado de la cocina.

Me pica la curiosidad y me acerco a ver que es lo que pasa y lo que sucede es que Dafne está tumbada en el suelo, con los ojos cerrados.

¿Qué mierdas ha pasado aquí?

DAFNE

❁══════❁

Me muero de calor y no es nada normal en pleno invierno, aparto la manta a punto del desmayo e intento recuperar el sueño, pero no hay manera.

Me levanto de la cama, fuera es de noche y no sé que hora es, también desconozco como he llegado aquí y dónde está mi móvil.

¿Y si me han secuestrado?

Descarto la idea al ver el paisaje de fuera, si no me equivoco estoy en la casa.

Me pongo a buscar el celular cuando abren la puerta.

— ¡Joder, que susto! — exclamo con la voz ronca.

— Lo siento, escuché como te levantabas y decidí entrar. ¿Cómo te encuentras? — susurra Sara.

— Bien, ¿y tú?

— Bien... — contesta extrañada.

— ¿Has visto mi móvil? No lo encuentro.

— Lo tiene Mateo — responde entrando en el cuarto.

— ¿Y Mateo está...?

— En la habitación de al lado — asiento y me dirijo hasta la puerta. — Daf espera, ¿te acuerdas de algo?

— ¿De qué? — pregunto confusa.

— Te desmayaste en plena fiesta.

¿Por qué no me sorprende?

— ¿Qué más pasó?

— Te emborrachaste, bailaste muy pegadita con otros tíos, te besast...

— ¿Cómo? Dime que Mateo no lo vio — le interrumpo.

— Intenté que entraras en razón, lo juro.

— ¿Cómo he llegado aquí?

— Mateo.

Suspiro y salgo de la habitación para encaminarme hacia la otra, cuando entro está tumbado sin tapar y tiene la cara relajada, sin un ápice de preocupación, una preocupación que le causamos mis decisiones de mierda y yo.

Después del beso de ayer se podría decir que íbamos por el buen camino pero de nuevo tuve que cargarla.

Me quedo unos instantes mirándole, hasta que llego a la conclusión de que a pesar de todo él sigue siendo el mismo de siempre y yo me hundo ante el primer contratiempo: con lo de mi padre, con Angie, Gala o Melissa.

Agarro mi móvil de la mesilla de noche y me marcho pensando que Mateo no se merece estar con una chica como yo.

en mis venas; truenoWhere stories live. Discover now