15

3.4K 159 6
                                    

DAFNE

❁══════❁

Nuestras miradas se encuentran y permanecemos así varios segundos.

—Mira, ahí sale Mateo — señala Angie.

Rápidamente desvío la mirada para centrarme en él, está guapísimo.

Levanta la mirada y me pilla prácticamente babeando así que sonríe, me guiña un ojo y empieza a cantar.

Me obligo a disfrutar y a olvidarme de todo lo demás.

٭٭٭

Mateo de vez en cuando me tira alguna miradita, pero no es el único y eso me pone de los nervios, por eso decido irme fuera a tomar el aire.

— ¿A dónde vas? — pregunta Angie viendo mis intenciones.

— Al baño, ahora vuelvo.

Agarro mi bolso, me alejo del palco, localizo la puerta y no dudo en salir.

Fuera no hay nadie y eso me extraña, ¿un viernes por la noche en plena capital?

Deja de pensar en tonterías.

Respiro hondo unas cuantas veces y cuando me veo preparada giro para entrar de nuevo.

— ¡Ay joder! — choco de frente con alguien.

— ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en Argentina?

— Como bien has dicho, estaba y respondiendo a tu primera pregunta, no te importa en absoluto.

Trato de pasar por su lado pero me agarra del brazo.

Ja, un puto deja vu.

— Suéltame.

— Responde a mi pregunta.

— Estoy aquí de visita, ¿contento?

— ¿De visita en el concierto de un rapero? Explícame eso — alza la ceja.

— Repito, no te importa una mierda lo que haga o deje de hacer, ¿estamos? Ahora si me haces el favor de apartarte... — le miro reflejando toda la rabia que me hace sentir.

— Estoy saliendo con Sofía.

Joder, ¿en serio?

— Muy bien, que seáis felices.

Intento pasar pero, de nuevo, me bloquea el paso.

— ¿Se puede saber que coño quieres? — suspiro.

— ¿No te importa?

— En absoluto — contesto seria.

Se escuchan aplausos y gritos dentro, el show acaba de terminar y tengo que entrar antes de que Mateo se dé cuenta de mi ausencia.

— Dafne, yo... — se queda callado.

— ¿Tú qué César?

— No siento nada por ella solo quiero estar contigo, siempre fuiste tú.

Le miro sorprendida mientras se acerca y me acaricia la cara, sus dedos rozan mis labios en un gesto que ha hecho mil veces.

Se aproxima despacio hasta que la distancia que nos separa son a penas unos centímetros.

— Te quiero conmigo de nuevo.

Posa sus manos en mi cadera mientras me mira la boca y me besa, diferente y a la vez familiar, eso es lo que me hace salir del trance en el que estoy.

Me separo de él y me mira dolido.

— ¿Has conocido a otro, es eso?

— César, déjame pasar.

Tengo que salir de aquí cuanto antes.

— ¡Respóndeme joder! — exclama alzando la voz.

— ¡Sí! ¡He conocido a otro más sincero, más honesto, más leal... Más todo!

La rabia me consume y soy de esas personas que a causa de eso terminan llorando.

— ¿Estás con ella? ¡Pues felicidades César! ¿Qué cojones quieres que te diga? Si puede hacer que la respetes como no hiciste conmigo entonces es que estáis hechos el uno para el otro.

Me seco las lágrimas mientras voy hacia la puerta.

— Todavía me amas Dafne, tu mirada no miente — escucho mientras entro de nuevo al local.

La gente empieza a salir y no me extraña que me miren raro, debo de tener el rímel corrido.

Entro al baño y como sospechaba estoy horrible, me limpio la cara y tomo la decisión de no volver a maquillarme.

Voy a salir cuando Angie entra.

— Te estaba buscando.

— Pues aquí estoy.

— ¿Te encuentras bien?

— Perfectamente, ¿vamos?

— Sí, pero tendremos que esperar para irnos, Teo está atendiendo a sus fans.

— Vale, no hay problema.

Abandonamos el baño, la gente aún sigue saliendo y hay una pareja que me llama especialmente la atención.

Él por su pelo negro y ella por su melena color cobre, sin duda son César y Sofía.

en mis venas; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora