en mis venas; trueno

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MATEO

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Me quedo más de la cuenta sentado en esa acera, hasta que Manu no me llama para decirme que entre no tengo intención de hacerlo.

Tampoco tengo ganas de hablar con nadie y él lo sabe, por lo que no me hace preguntas de ningún tipo.

El salón ya está vacío y me sorprende porque aún es pronto, subo las escaleras y emprendo el camino hacia mi cuarto deteniéndome un segundo justo en frente del suyo.

Una pequeña línea de luz se ve debajo de la madera, sigue despierta.

Dentro de esta se escuchan cuchicheos, pero no logro entender mucho, eso hasta que con toda la rabia del mundo escucho que exclama:

— ¡Está haciendo la misma mierda de siempre! ¡Busca excusas tontas para no estar conmigo!

Me separo de la puerta al escuchar el grito, nunca le he oído hablar con tanto enfado.

Hay un silencio bastante largo y dudo en si quedarme o irme, pero su voz hace que me mantenga en el sitio.

— Sino quiere estar conmigo, sino me quiere que me lo diga directamente Sara, pero que no busque pretextos absurdos para librarse de mi — su voz estaba rota.

Ya tengo suficiente.

Ahora sí me dirijo a mi pieza, me quito la camiseta y los zapatos, y me tumbo en la cama.

Mirando al techo reflexiono y llego a la conclusión de que amo a Dafne pero no puedo estar con ella sabiendo que también siente cosas por otro chico.

٭٭٭

Tal y como estos últimos días, soy el primero en despertarme, me preparo algo rápido para desayunar y me siento en la terraza.

Como era de esperar no he dormido nada, me he pasado toda la noche dando vueltas por la cama.

Este viaje más que relajarme está causando graves estragos en mi.

Me termino el tazón de cereales, regreso a la cocina para limpiarlo y en el corto camino me encuentro con Dafne, nos miramos por un segundo aunque por mi parte parece ser una eternidad.

Ninguno de los dos da el paso de abrir la boca, ni siquiera para darnos los buenos días.

Limpio el tazón mientras ella se prepara algo para comer y cuando acabo abandono la cocina.

¿Así será nuestra relación de ahora en adelante?

Regreso a mi cuarto a pegarme una ducha rápida y me cambio, luego bajo de nuevo al salón para ver que hacen los demás y como las voces indicaban, están todos en la sala.

— Hasta que te despiertas —me saluda Wos.

— ¿Qué hablas? Llevo despierto desde las siete.

— ¿No tendrás problemas de sueño?

— Puede ser, pero un problema más... Qué más da.

Me siento en el sillón y empezamos a hablar del viaje, todos concuerdan con que hay que repetirlo lo más pronto posible.

Manu de vez en cuando me intenta acoplar al debate pero yo no hago mucho esfuerzo en mantenerme, hemos quedado en que nos iríamos después de comer así que me ofrezco voluntario para ir a comprar algo.

Se ponen de acuerdo y me piden que compre unas hamburguesas, por lo que cojo el dinero y salgo por la puerta.

— Espera Dafne te acompañará — anuncia Dani.

Le miro con la ceja alzada.

— Entre las bebidas y todo... Para que no te pese digo — se explica.

Me doy la vuelta y salgo, me da igual si se viene o no.

Comienzo a andar hacia al Mac mirando por encima los mensajes que tengo, detrás mía escucho sus pasos.

Se mantiene a una distancia de mi hasta que llegamos al establecimiento y esperamos la cola sin decir nada.

De vez en cuando le echo un vistazo cuando está desprevenida.

Avanzamos y cuando nos toca pedimos la comida, una vez echo el pedido esperamos pacientemente hasta que nos brindan las bolsas.

— No hace falta, puedo solo — digo cuando intenta ayudarme.

— Para algo he venido — rebate y agarra unas cuantas.

En el camino de vuelta es ella la que está por delante y yo por detrás reviso mi Instagram.

Todo sea por no quedarme embobado mirándola.

Observo las fotos por encima y cuando no encuentro nada interesante entro a las historias, paso estas sin gran interés hasta que una foto de una piba con otro tío hace que pare.

@dafnett

Paro en seco tratando de asimilar lo que mis ojos están viendo.

— ¿Me estás jodiendo? — pregunto en alto.