18

3.3K 144 15
                                    

DAFNE

❁══════❁

El tercer día del mes de enero mi hermana y yo ya estamos de vuelta en Argentina.

El fin de año fue un día más para mí, pero a decir verdad sí que esperaba un mensaje felicitándome el año nuevo, un mensaje que nunca llegó.

Las clases empezarán el cinco, por lo que me quedan dos días más de vacaciones en los cuales me prometo no salir de la habitación, más específicamente de mi cama.

Por otro lado, Manu me exige explicaciones por la ruptura con Mateo aunque fue él quien rompió conmigo...

Con una excusa de mierda.

Sí, de la tristeza de los primeros días he pasado a una rabia incontrolable.

Simplemente veo absurdo todo lo que ha ocurrido y he pasado de rogarle mediante mensajes a bloquearlo en todas las redes sociales.

Hoy, sábado por la mañana, después de pasar el día anterior a base de chocolate y películas de amor, me dispongo a salir a la calle a que me dé el aire.

Bajo al salón y escucho muchas voces juntas.

— Oh Daf, qué bien que hayas bajado. Te presento, ellos son Valentín y su padre Alejandro. Somos amigos en el trabajo y justamente se acaban de mudar al barrio — dice mi padre acercándose a mí.

— Encantado — me saluda el menor alzando su mano.

Se la estrecho educadamente.

— Bueno yo me voy, un placer Alejandro.

Me doy la vuelta cuando mi padre interviene de nuevo.

— Espera Daf, ¿por qué no le enseñas los alrededores al chico?

— No importa señor, no quiero ser molestia.

— Para nada, anda ve.

Parece ser que yo no tengo ni voz ni voto por lo que no me puedo negar.

— Pues vamos — murmullo con mi mejor sonrisa.

٭٭٭

Después de veinte minutos enseñándole lo poco que conozco del barrio, decidimos sentarnos en el parque que hay al lado de mi casa.

— Así que eres de España...

— Sí — respondo mientras miro el móvil.

— Recuérdame cuántos años tienes.

— Diecisiete, ¿por qué?

— Es que aparentas más — ríe.

— Lo sé, me lo suelen decir — explico imitando su risa.

— ¿Habrá que aprovecharlo, no? — no sé a qué se refiere y mi cara debe reflejarlo — Esta noche un amigo da una fiesta, ¿te vienes?

— No, pero gracias por la invitación.

— ¿Y eso? ¿Tienes algo mejor que hacer? — me mira.

Si algo mejor es sumirme en mi propia desgracia...

— No — respondo finalmente.

— ¿Entonces? Venga anímate — empieza a hacer pucheros.

— Está bien — cedo.

— Genial, te recojo a las diez.

Me acompaña a casa y una vez allí no estoy segura de haber tomado la mejor decisión, pero es tarde para echarme atrás.

La fiesta será en unas horas por lo que tengo tiempo de dormir un poco.

Pongo la alarma a las ocho y media y me quedo dormida en cuestión de segundos.

٭٭٭

Una voz lejana a mi parecer me llama.

— ¡Dafne!

— ¿Hmm...? — me doy la vuelta.

— Joder.

Dejo de escuchar la voz y recupero el sueño aunque solo será durante un instante.

Siento como un chorro de agua fría me recorre entera dejándome totalmente helada.

Abro los ojos y descubro al culpable de todo esto.

— ¡Ay Dios! ¿¡Pero tú eres tonto!? — exclamo levantándome de la cama.

Me miro la camisa y los pantalones, están empapados.

— No había manera de despertarte y llegamos tarde, ¿eres así de dormilona siempre? — se excusa Valentín.

Miro el reloj colgado de la pared y tiene razón, son las diez y cuarto.

— Lo siento, pero eso no justifica lo que has hecho — me meto en el baño.

— Sí, sí, lo que tú digas. En veinte minutos te quiero abajo — pide antes de irse de mi habitación.

Me miro al espejo y resoplo, ¿por qué presiento que esta noche será una catástrofe?

en mis venas; truenoWhere stories live. Discover now