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MATEO

❁══════❁

Que tu estado emocional dependa de otra persona que no seas tu misma es una mierda por la que todos hemos pasado.

Lo típico de que si el otro está bien tú también lo estás y en el caso contrario igual, pero ¿qué pasa cuando la otra persona ni siquiera está?

Ese estado de ánimo pasa de inestable a inexistente, y así me encuentro ahora, ni siento ni expreso nada.

Llevo dos semanas en este estado donde las únicas palabras que suelta mi boca suelen ser monosílabos.

Los pibes no paran de decirme que no debo estar así, que no merece la pena, que actuando de esta manera no llegaré a ningún lado...

Puras gilipolleces.

¿Qué por qué estoy así?

Por ella, es obvio, pero más allá de haberla perdido, enterarme de que está recuperando la relación con su ex me tiene consumido.

Sé que están a un paso de volver, paso que darán en cualquier momento.

Bajo con la mochila al hombro y como estos últimos días, paso del desayuno.

— Mateo hijo, ¿cómo amaneciste?

— Bien pa — le revuelvo el pelo a mi hermano. — Ya me voy.

— ¿No desayunas? Te preparé unas tortitas — se pone de pie y señala el plato.

— Gracias pero no tengo hambre.

— Bueno... Recuerda llegar pronto para recibir a Angie.

Asiento y salgo de la casa, no sé como me siento ante el regreso de Angie.

Como mi nueva rutina dictamina, llego pronto al instituto y me siento en mi sitio, de a poco los alumnos van ingresando y cuando noto que ella entra por la puerta ni siquiera me paro a mirarla.

Orgulloso de ti Mateo.

Se sienta a mi lado y creo que me saluda, no estoy seguro.

Luego sacando su teléfono se pone a chatear en lo que la profesora llega.

¿Con quién hablará?

Medito la respuesta cuando mi móvil vibra en el bolsillo de mi pantalón, lo saco y contesto antes de que empiece la clase.

¿Mateo?

— Dime Angie.

Al mencionar el nombre, Dafne me mira por un segundo y cuando nuestras miradas chocan gira la cabeza.

¿Te parece si te voy a buscar a la salida y vamos a comer algo?

— Sí, perfecto.

Genial Teo, te veo luego.

Cuelgo y vuelvo a guardar el dispositivo cuando la lección comienza.

٭٭٭

Después de una jornada larga y aburrida, otra más, el timbre suena dando por finalizado el día escolar.

Recojo mis cosas, las guardo en la mochila y salgo del aula.

Fuera me espera Angie apoyada en su coche rosa.

¿En las películas esto no es al revés?

Me acerco cautelosamente y cuando llego me envuelve con sus brazos en un abrazo.

Mentiría si digo que no lo necesitaba.

Detrás nuestra alguien carraspea y nos giramos, Dafne y Valentín nos miran confundidos.

Ya van unos cuantos días desde que Wos viene a buscarla, ¿que me perdí?

— Sentimos interrumpir pero quería saber si vas a venir a la compe de plaza.

— ¿Es esta tarde? — se me ha olvidado por completo.

— Sí, a las 6. Pero que si no puedes no hay problema — dice mirando a Angie que a su vez está fulminando con la mirada a Dafne.

— No, no. Ahí nos vemos.

Se despide con un movimiento de cabeza y Dafne posa su vista en mi antes de seguirle.

— Yo quería pasar todo el día contigo — se queja Angie.

— Y lo pasarás — dejo de mirar como Dafne se aleja y me fijo en ella. — Me alegro de que estés aquí.

Una inmensa sonrisa se hace paso por su boca.

— Yo también Teo.

¿No dicen que un clavo saca otro clavo? Es hora de comprobarlo.

en mis venas; truenoWhere stories live. Discover now