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DAFNE

❁══════❁

La voz de Valen se va apagando al darse cuenta que ya han empezado a enrollarse, Mateo acaricia todo su cuerpo mientras la besa y yo quiero mirar a otro lado pero no puedo.

— ¿Les reservamos una habitación? — cuestiona Irina provocando que se separen después de un sonoro pico.

— No hará falta — responde Mateo guiñándole un ojo a Melissa.

Me levanto muy al límite de todo.

— ¿A dónde vas? — me pregunta Sara.

— A rellenarme la bebida — excuso elevando el vaso.

Entro a la cocina y diviso una botella de tequila detrás de los aperitivos, la agarro y dejo que el líquido se me deslice por la garganta.

Es una bebida muy fuerte y soy de las personas que beben poco y se le sube demasiado rápido, pero en este momento da igual.

— Dafne te estaba buscan... Joder, ¿estás borracha?

Uy, quieta.

Es Manu, o eso creo.

— Sí, sí, sí... Bueno no — hago los gestos de Homer y me rio con ganas al caer en que lo he dicho mal.

— Mierda, vale... Siéntate, te traeré algo de agua.

— ¿Agua? Mejor un chupito por cada te quiero que me dijo tu amigo el relámpago.

La cara con la que me mira hace que estalle en carcajadas.

Y desde ahí solo recuerdo bailes encima del sofá, chapes con Dani en el baño, el intento fallido de ligarme al DJ...

Acabé dormida en el suelo de la cocina junto a mi mejor amigo el tequila pero por suerte me despierto en el sofá, eso sí, con un dolor de cabeza impresionante.

Necesito pastillas urgentemente.

Me incorporo con la idea de buscarlas sin saber la que se me avecina.

Una oleada de náuseas me recorre el estómago y tengo que volar hacia el baño para echar todo el alcohol que he ingerido.

Durante el proceso siento como alguien me sujeta el pelo y se lo agradezco enormemente.

Cuando el estómago queda vacío me siento al lado del inodoro.

— Gracias — susurro algo débil por el esfuerzo.

Mateo me pasa con cuidado un paño de agua por la cara.

— No deberías beber tanto, sé que no eres así.

— No sabes una mierda — le aparto la mano.

Esta vez me levanto más despacio y voy para el salón, cojo mi bolso y me aseguro de tener dinero para un taxi.

Salgo al porche cuando me agarra por el brazo.

— No te puedes ir así, yo te llevo.

— Quédate con Melissa, seguro que te necesita más que yo.

Me suelto de su agarre y me voy, rezando porque esa sea mi última conversación con él.

Llego a casa a eso de las dos de la tarde y me encuentro con mi progenitor pegado a la puerta.

— ¿¡Qué horas son estas de llegar!? ¡Pensé que te había pasado algo! — grita.

— Papá hazme el favor y no alces la voz, ¿si? — digo haciendo muecas de dolor.

— ¿Llegas ahora y encima borracha?

Harta de escucharle decido pasar de él y me meto en mi habitación, lo último que necesito es que me regañe.

La pereza me puede y me tumbo en la cama con el vestido puesto.

Mi móvil esta muerto así que lo pongo a cargar y una vez se enciende llegan cientos de mensajes, fotos, vídeos...

Que no pienso mirar.

Me decanto por dormir un tiempo para ver si se me va el dolor de cabeza.

٭٭٭

El horrible tono de llamada de mi móvil me arrebata el sueño y sin mirar contesto.

— Qué.

¿Estabas durmiendo a estas horas? Que vida más triste...

— Valentín, ¿qué quieres? — me siento en la cama.

Arréglate que tenemos plan.

— ¿Tenemos? — me entra la risa. — Desde ya te digo que paso.

Que chica más aburrida, me quitas las ganas de vivir.

— Aburrida no, soy una chica que tiene una resaca horrorosa.

Que poco aguante, tenemos que solucionar eso.

Por fin este chico dice algo coherente.

— Adiós Valentín — me despido con la intención de colgar.

¡Espera! En treinta minutos voy a por ti. Ah y ponte un bikini o lo que lleves tú a la piscina.

— Te he dicho que... — la llamada se corta.

Me tumbo de nuevo apartado el móvil y cierro los ojos cuando me llega un mensaje.

Valennnn

o te levantas ya o preparo el cubo
de agua fría ;)

No hace falta más para que me levante.

en mis venas; truenoWhere stories live. Discover now