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𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:
- ¿Entonces dijo que era de Ravenclaw, de tercer año y que es amiga de Harry Potter? - Dijo Hermione a lo cual yo asentí con la cabeza - AHHH - Grito y rápidamente apreté mis manos contra su boca para callarla ya que estábamos en el Gran Comedor. La gente nos miro raro pero después de unos segundos siguieron con lo suyo
- No es para tanto - Dije en un susurro
- ¿Como que no es para tanto? - Se acerco a mi y empezó a susurrar - a Cedric Diggory le gustas
- Apenas me conoce, Hermione. Es imposible que sea yo
- ¡Te describió a ti! Ademas, últimamente pasan tiempo juntos - Elevó sus cejas con una sonrisa
- Por obligación, de lo contrario no tendríamos Defensa contra las artes oscuras
- De todas formas, es muy lindo y se nota que tienen conexión, ¡Tienes que aprovechar, Leila! - ¿Tendrá razón? Digo, capaz no seria tan loco que alguien guste de mi ¿no? Pero estamos hablando de Cedric Diggory, que aunque no lo conocía parece ser importante en este colegio
- ¿Que tiene que aprovechar Leila? - Dijo Ron sentándose junto a Harry en frente de nosotras
- Nada, cosas de chicas - Agarró sus libros de la mesa dispuesta a irse
- ¿Secretos? ¿Entre nosotros? ¿Desde cuando? - Preguntó Harry con una sonrisa
- No es un secreto, es una verdad oculta, ahora si nos disculpan tenemos cosas que hacer - Se levantó y agarrándome del brazo me alejo de la mesa. Saludé con la mano a los chicos para finalmente salir del Gran Comedor
Después de charlar con Hermione durante un largo rato volví a mi habitación a descansar. Al día siguiente ya tenia una nueva clase con Cedric, así que me prepare y salí a buscarlo al patio pero, otra vez, lo encontré hablando con sus amigos
- ¿Nos dirás ya quien es la chica que te gusta? ¿Por qué tanto misterio? - Otra vez esa voz que no reconocí. ¿Como es que siempre llego en el momento justo para escuchar lo que me interesa?
- De acuerdo, de acuerdo. Se llama Cho Chang, aunque me equivoque y no va a tercero si no que a cuarto año - Okey Leila Shine, fuiste una completa idiota al pensar que podrías llegar a gustarle. ¡Estaba claro!
No se porque pero mis ojos se entristecieron, me había ilusionado yo misma. Deje de escuchar y me fui a mi habitación, me acosté en mi cama y tape mi cara con una almohada. Con el paso del tiempo me quede dormida y rato después una voz me despertó
- Leila... - La mire, Luna Lovegood, es una de las únicas amigas que tengo en Ravenclaw
- ¿Qué pasa Luna? - Le sonreí levemente con los ojos entrecerrados
- Me dijeron que te de esto - Me extendió una nota - y ahora que te la di, me voy que tengo que seguir buscando mis libros, malditos Nargles... - No pude evitar soltar una sonrisa, es tan inocente y no se merece todo el daño que le hacen
No la firmo nadie? Miedo me da pero... no tengo nada que perder. Son las 7:13hs, va a ser mejor que me apure. Me cambie rápido y me arregle para estar decente, una vez lista salí hacia la torre de astronomía. Cuando llegue allí no había nadie y me estaba por ir cuando vi a Harry subiendo las escaleras
- ¿Harry? ¿Tu me enviaste la nota? - Dije mostrando el pedazo de pergamino
- Si, fui yo - Se acerco a mi, ambos nos sentamos en el suelo contemplando las estrellas
- Pero... ¿Por que? - Lo miré confundida
- Cedric me pregunto porque no fuiste al campo de Quidditch para tener tu clase, y yo se que no es común en ti faltar a clases. Tampoco le avisaste a Hermione que estarías todo el día encerrada en tu habitación por lo tanto sospeche que te pasaba algo - Siempre tan intuitivo, Potter
- Solo me quedé dormida - Giré mi cabeza hacia un costado evitando su mirada
- ¿Segura? - Con un dedo agarro mi mentón suavemente y lo giro haciendo que lo vea
- Es que... creo que me ilusione muy rápido - Suspiré - Escuche a Cedric hablando de que le gustaba alguien, y pensé que era yo porque dijo que era de Ravenclaw, de tercer año, amiga de Harry Potter, etc... Pues no era yo, era Cho Chang, y mas allá de eso me puse a pensar y llegué a la conclusión de que nadie querría estar conmigo
- No hables así de ti. Eres hermosa, inteligente, divertida, cualquiera moriría por ti, y si Cedric no lo ve le presto mis anteojos - Se saco los anteojos y me los mostró haciéndome reír, después se los volvió a poner. Nos paramos dispuestos a irnos
- Gracias Harry - Nos abrazamos, y al separarnos quedamos muy cerca el uno del otro. Podía sentir su respiración chocando contra la mía
- Será mejor que volvamos al Gran Comedor - Me hizo reaccionar y me separé de el asintiendo con la cabeza. Después ambos bajamos y cada uno se dirigió a su mesa en el Gran Comedor
Al terminar la comida me dirigí a mi habitación y me dejé caer sobre la cama. Como no tenía sueño no me quedo otra que usar la poca reserva de la poción adormecedora que hice en clases para, finalmente, quedarme dormida
