✦ Capitulo 16: La segunda prueba, la segunda victoria ✦

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𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜:

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𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜:

El gran comedor estaba verdaderamente ruidoso, la segunda prueba sería hoy en el lago negro y mis nervios se esparcían por todo mi cuerpo causándome escalofríos. La gente estaba de pie, llevaban banderines y carteles, cada uno apoyando a quien creían que ganaría. Para mi suerte mucha gente me apoyaba y creía en mi por lo tanto al pasar por mi lado ponían sus manos sobre mis hombros en forma de apoyo. A pesar de todos sus carteles y todos sus cumplidos o frases motivadoras mis ánimos estaban bajos, Leila no estaba por ninguna parte. Según Luna anoche no estaba en su cama por lo tanto ella no había vuelto de su viaje. No pude evitar sentirme preocupado o angustiado en cierta forma, quisiera salir corriendo de aquí para acompañarla, pero no puedo y eso me esta matando. De igual manera respire hondo intentando calmarme, pase lo que pase tengo que salir vivo para volver a verla.

- Cedric, prepárate que en un rato salimos por las barcas hacia la segunda prueba - La profesora Mcgonagall paso a mi lado. Yo asentí con la cabeza nervioso y me levanté dirigiéndome a las afueras del gran comedor.

Tenía miedo, capaz no tanto como cuando me enfrenté al dragón pero igual temblaba. Según mi padre es de valientes tener miedo, y que su principal función es confrontarlos así que levanté mi cabeza la cual se había mantenido cabizbaja y volví a respirar hondo. Era hoy, era ahora, y no había escapatoria.

Nos subimos a los botes y comenzamos a alejarnos de los terrenos del castillo. En el medio del lago habían creado unas estructuras de madera en donde la gente comenzaba a llegar. Con mi uniforme ya puesto desde la mañana me senté a esperar que comience la prueba. Después de varios minutos todos los estudiantes se encontraban en la estructura de madera emocionados y tapados con sus bufandas. Un pequeño sentimiento de envidia me inundo ya que me encontraba solo con una remera y unos pantalones cortos, mas encima el viento que corría estaba helado y atravesaba cada parte de mi acariciando fugazmente mi piel.

El profesor Dumbledore se acercó a nosotros y dio comienzo al evento. Con un conteo regresivo y una gran trompeta nos lanzamos al agua sosteniendo nuestras varitas. Una vez toqué el frió agua no dude en lanzar el hechizo de casco-burbuja sobre mi. Comencé a nadar dentro del agua acostumbrándome poco a poco a la cruda y fría sensación que se sentía en los huesos.

Teníamos una hora para encontrar el tesoro escondido. No sabíamos que era, no sabíamos en donde, no sabíamos como encontrarlo pero sin embargo el tiempo comenzó a correr. Nadé siguiendo la corriente sin ninguna dirección exacta, solo fijándome detrás de las algas por si veía algo y fijándome con atención ante destellos de luz misteriosos o algo que me de un indicio para llegar hasta donde debía. Mis piernas comenzaban a cansarse, guardé mi varita en el bolsillo para ayudarme mejor a nadar sin embargo no estaba dando resultados. Miré mi reloj, faltaban veinte minutos. A pesar de mi dolor muscular decidí nadar mas rápido, de lo contrario no me daría el tiempo.

Después de varios minutos me acerqué a unas algas muy largas y comencé a nadar entre ellas. Escuche varios ruidos y movimientos fugaces. Saqué mi varita del bolsillo y agudicé mi oído mientras seguía nadando tratando de salir de ese campo de algas. Una vez pude avancé hacia delante, la luz flaqueaba cada que me acercaba y destellos azules chocaban contra mis ojos. Entonces oí una voz muy rara y casi inaudible.

𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐞𝐝¹ │ Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora