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𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:
Un recuerdo fugaz llegó a mi mente. La mano de mi padre sujetando la mía, y su otra mano apoyándose por encima de mi cintura mientras que yo, con mis dedos pequeños, abrazaba su brazo. Dos pasos a la izquierda, dos a la derecha y un giro. Dos pasos a la izquierda, dos a la derecha y un giro. Así constantemente alrededor de toda la sala. Recuerdo los gritos furiosos de mi madre mientras sacaba su varita, regañandonos por tirar el jarrón de cristal que le regalo mi tío en un descuido. Con el paso de los años se volvió un habito bailar en mi cumpleaños, por lo tanto ya estaba preparada para el baile de navidad, sin embargo había gente que ni siquiera podía dar un giro sin caer mareados sobre los bancos. McGonagall hacía su mejor esfuerzo para enseñarnos a todos y a cada alumno la manera correcta de moverse al compás de la música. A mi ni siquiera me corrigió, me felicitó y me pidió que ayudara a Cedric con sus dos pies izquierdos, pero parecía imposible hacerlo bailar correctamente
- Cedric son dos pasos a la izquierda y dos a la derecha, no es muy difícil - Dije mientras el sostenía mi cintura con una mano y entrelazaba los dedos de su mano sobrante con los míos. Ambos mirábamos nuestros pies para ver bien como era el movimiento
- Pero me confundo, prefiero los exámenes del profesor Snape - Dijo soltándome y mirándome suplicando detenernos
- Con gusto puedo llamarlo si eso te ayuda a bailar como se debe - Respondió McGonagall que caminaba entre las parejas corrigiendo los errores. Él negó con la cabeza, ella lo miro de arriba a abajo por un minuto y se fue a corregir a otras parejas
- Por un momento creí que lo decía enserio - Susurró a lo cual no pude evitar reírme tapándome la boca para no soltar una gran carcajada y que la profesora nos regañe
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𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜:
El evento había comenzado, el baile también estaba por empezar sin embargo no veía a Leila por ningún lado. Decidí quedarme a esperarla en el pasillo que daba al Gran Salón mientras hablaba con los demás campeones. Krum estaba junto con Hermione, la amiga de Leila, y Fleur asistía con Roger Davies, el capitán del equipo de Quidditch de Ravenclaw. Harry Potter llegó junto con una muchacha de su año. Solo faltaba Leila y sin ella no podíamos comenzar el baile ya que era una tradición que los tres campeones (en este caso cuatro) sean los primeros en bailar en el centro del salón. Movía los pies intensamente nervioso por la tardanza de Leila, no estaba preocupado si no que me gusta ser puntual con todo y ya tendríamos que haber salido hace cinco minutos
Finalmente una cabeza bajó desesperadamente por las escaleras a gran rapidez, subiéndose un poco el vestido para no pisarlo en el camino y haciendo un gran ruido con sus plataformas que chocaban contra el suelo como si fuesen cristal. Su vestido era realmente hermoso pero ella lo lucía mejor de lo que cualquiera podría hacerlo. Me acerqué unos pasos con una media sonrisa embobado por su nuevo look de gala
Al terminar de bajar las escaleras corrió hacia mi soltando su vestido y poniéndose sus aretes en el camino. También agarrando un collar de perlas blancas que tenía en el bolsillo y sosteniéndolo en su mano hasta llegar a mi
- Ayúdame - Me ordenó dejando el collar en mis manos, girándose sobre sus talones y levantándose el pelo para que le ponga el collar. Yo sin decir ni una palabra obedecí y la ayude - Se lo que dirás, llegué tarde, lo se - Terminé de ponerle el collar y soltando su cabello se volvió a girar - Milagros le dijo a Marcos que le dijo a Seamus que le dijo a Parvati que le dijo a Luna que me dijo que mi vestido se había arruinado con mermelada - Sin avisar me beso. Fue muy corto y se separo de vuelta agarrando mis manos - Tuve que correr por todo el castillo para buscar mi varita y reparar el desastre - Me volvió a besar fugazmente - A penas tuve tiempo de plancharme el cabello - Una vez mas me beso así que la separé poniendo mis manos sobre sus hombros
- ¿Pero por que me das tantos besos? No es que no me guste pero... - Sonreí, por suerte la profesora McGonagall no estaba cerca por lo cual no podía apresurarnos para salir al baile
- Es que así no te enojas tanto - Inclinó su cabeza tiernamente sonriendo y guiñándome el ojo
- ¡Ah! Compras mi felicidad - Dije indignado pero riéndome al mismo tiempo. Realmente estaba hermosa y le agradecía a Merlín que ella sea mi novia
- Si lo dices así suena mal - Me miró haciendo un puchero y entrecerrando sus ojos. Negué con la cabeza revoleando sus ojos y agarrando su mano para llevarla conmigo
- Vamos, McGonagall se volverá loca si no nos ve en cincuenta segundos - Ella asintió con la cabeza y fuimos donde la profesora nos estaba esperando. Parecía que sacaría su varita y mataría a Leila por su tardanza, pero por suerte solo se dedicó a ponernos en fila y sacarnos al Gran Salón
La gente se abría paso a nuestro alrededor dejándonos un espacio para caminar hasta la pista. Aplaudieron mientras caminábamos tomados de los brazos y nos rodearon al llegar al centro. Apoyé mis manos en su cintura y ella apoyó sus manos en mis hombros. La música comenzó y gracias a la exhaustiva lección de Leila con McGonagall pude coordinarme y no hacer un desastre a la hora de bailar
- ¿Te dije que eres la mas hermosa del todo el baile? - Le susurre mientras girábamos y varias parejas mas se unían a nosotros
- Lo dices porque soy tu novia - También me susurró. Yo sonreí y negué con la cabeza, agarrándola con ambas manos por la cintura y elevándola como la coreografía del baile lo indicaba
- No, créeme, no hay nadie mas hermosa que tu - Me sonrió sonrojada y desviando su mirada para no cruzarse con la mía. Me reí internamente y seguí bailando
Después de unos minutos la música concluyó. Nos sentamos en la mesa de los campeones y sirvieron el banquete preparado por los elfos, todo sabía realmente delicioso. Después llegó el turno de la banda de Rock. Las brujas de McBeth de subieron al escenario y tras una presentación comenzaron a tocar. Leila estaba enloquecida con su banda favorita y comenzó a cantar y a bailar con toda su energía. Me reía cada que soltaba gritos ahogados de alegría cuando comenzaba una nueva canción. El calor comenzó a surgir entre la gente y la banda tocó su ultima canción. Nos volvimos a sentar y nos sirvieron un segundo plato. Leila se sacaba el sudor de la frente con la mano sonriendo, verdaderamente había disfrutado ese show. Pasaron música a la moda con la que bailamos con muchas ganas. Leila movía la cabeza al ritmo de la música y no podía evitar sonrojarme al pensar lo hermosa que se veía bailando junto a mi. Tras varios minutos nos volvimos a sentar para comer el ultimo plato. La mayoría, incluso algunos campeones, ya se habían ido. Ya solo quedaban dos o tres profesores y algunas parejas más. Como ultimo baile el DJ puso una música lenta, así que juntando mi ultimo esfuerzo de la noche me acerqué a Leila y la saqué a la pista de baile para bailar juntos a paso lento
- Cedric - Me susurro en el hombro moviéndonos de un lado al otro con lentitud
- Dime - Dije, mi voz ya sonaba ronca por el cansancio
- Gracias... - Fruncí el ceño con una sonrisa
- ¿Por que? - Pregunté confundido
- Por aparecer en mi vida. No me imagino una vida sin ti - Una sonrisa iluminó mi rostro, me aferré con mas fuerza a ella y cerré los ojos disfrutando el momento
- Yo tampoco me imagino una vida sin ti - Respondí siguiendo el baile
Después de unos minutos nos fuimos hacia la escalera y antes de separarnos le dí un tierno beso en sus labios sosteniendo su rostro entre mis manos. Finalmente cada uno se fue a su habitación para descansar después de una larga pero hermosa noche
