CAPÍTULO 36

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Al día siguiente Vante fue levantado por el sonar de su teléfono, cuando intentó levantarse sintió los músculos un poco rígidos, inmediatamente las imágenes de la noche anterior llegaron a su mente, el sólo sonrió y caminó hasta su teléfono, que e...

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Al día siguiente Vante fue levantado por el sonar de su teléfono, cuando intentó levantarse sintió los músculos un poco rígidos, inmediatamente las imágenes de la noche anterior llegaron a su mente, el sólo sonrió y caminó hasta su teléfono, que estaba entre su ropa en el piso, por el ringtone sabía que era Hugo.

— ¿Qué tal la resaca? – se burló apenas contestó.

Hijo de tu pinche madre me emborrachaste para tener el cuarto tu solo.

— Eso te pasa por meter gente desconocida a la habitación.

— Maldito, como sea te veo en la dirección que te envíe, tú vas a pagar mi levantamuertos – no dejó que contestará y colgó.

Vante revisó sus mensajes y vio la dirección, no era tan lejos, revisó el grupo y al parecer eran los únicos que faltaban en el lugar, regresó a la cama donde aún dormía su pareja, se acercó y lo sacudió un poco.

— JungKook levántate, los chicos nos esperan para desayunar – le habló con suavidad, pero parecía no funcionar.

Caminó al baño donde Reeves se encontraba y lo sacó, el enseguida se trepó a la cama encima de JungKook incluso ladró un poco, pero nada, una idea cruzó por su mente y sonrió con maldad, obligó a bajar al perro, tiro una caja que había por ahí y gritó.

— ¡JungKook hay disparos! – él se levantó de golpe y buscó debajo de la almohada el arma que claramente no tenía.

Vante río al ver que funcionó su idea, el chico le lanzó una mirada desaprobatoria y después le lanzó la almohada con la suficiente fuerza para hacerlo caer de sentón.

— Maldita sea, Vante – susurró caminando al baño y azotó la puerta, Vante borró la sonrisa al ver el fuerte golpe.

— Creo que me pase, Reeves – dijo mirando al perro, él solo bufó y se echó en la cama de nuevo, ignorando lo sucedido.

Caminó al baño y tocó la puerta, pero no recibió respuesta, entonces decidió entrar y vio a JungKook en la ducha recargado en la pared, dejando el agua caer sobre él y con la mirada perdida.

— ¿JungKook? – habló preocupado – ¿Estás bien?

— Nunca en la vida vuelvas a hacer eso – dijo tan seriamente que a Vante le dio escalofríos, él le seguía sin dirigir la mirada.

— Lo siento – contestó abrazándose a sí mismo – No lo pensé bien.

JungKook al fin lo miró y en sus ojos había tristeza, con un simple movimiento de su mano invitó a Vante a la ducha, él sonrió un poco y entro con él, fue una ducha tan callada, las palabras no salían de sus bocas, todo era tan frío.

El camino hacia el restaurante fue callado, JungKook apenas y hablaba por más que intentara Vante, vaya que estaba molesto, a lo lejos pudieron ver a los chicos en las mesas fuera del restaurante, todos se veían bien excepto Hugo, él aun traía la ropa de ayer y traía los lentes de sol de HyunAh.

Escapando del mundo //KV//Where stories live. Discover now