capítulo 5

19 3 5
                                    

Una vez Christian salió por la puerta, todos los chicos se relajaron un tanto, y se acercaron a hablar conmigo.

— Lo siento nena, creí que invitándote podríamos hablar contigo y convencerle de que no nos reconociste.

— Queríamos evitar que te matara. - añadió otro-.

— ¿Así que vosotros sois los dos que estabais ayer con él? - pregunté a los dos mayores-.

Se tornaron un tanto pálidos y se miraron dudosos entre sí.

— Fué Harry, el que llevaba el arma, ¿Verdad?

Se miraron dudosos entre sí, pero terminaron por asentir.

— ¿Cuántos años tenéis? ¿Porqué formáis parte de todo ésto? Parecéis chavales normales.

No me respondió ninguno, se limitaron a mirarse entre sí hasta que habló el más joven.

— Cada uno tiene sus propios motivos.

— En mi caso es el negocio familiar, - añadió el rubio- mi padre es el jefe de una de las organizaciones. Digamos que Harry me está enseñando cómo va el negocio.

— ¿Harry es familia tuya también?

— No, Harry es el futuro líder de otra organización, mi padre es amigo del suyo, así que le hace el favor a mi padre.

— Vaya... Eso explica muchas cosas.

El moreno le dió un codazo en las costillas al rubio.

— Rick, hablas demasiado.

— Oh, no os preocupéis por mí. No voy a decir nada.

— ¿Porqué? - preguntó Michael, el jovencito-.

— En primer lugar porqué no me pareceis malas personas, pese a lo que hacéis, estáis siendo amables conmigo, y en segundo lugar porque me estaría jugando el cuello si hablara de más.

Me sonrieron un poco menos tensos.
El momento se vio interrumpido por la campana del ring anunciando dos nuevos peleadores.

— A mi izquierda, ¡"El triturador"! Y del otro lado, nos honra con su presencia el señor Harry Kane, ¡"El huracán"!

— ¿Harry va a pelear?

— Si. No es su trabajo pero de vez en cuándo le gusta pelear para desestresarse. - me confirma Rick-.

Vuelco mi atención en los dos peleadores y me fijo más detenidamente en el cuerpo de Harry. Es musculoso pero no demasiado voluminoso, su contrincante es de su misma altura pero tiene los brazos más grandes.

Suena de nuevo la campana iniciando la pelea. Ambos se observan y giran lentamente buscando alguna apertura. El primero en atacar es el tal "triturador".

Harry en un ágil movimiento sujeta su brazo, le da dos puñetazos rápidos en la cara, uno con la mano plana en la garganta y con una pierna barre las suyas, tumbándolo al suelo boca abajo.

Se cruje los huesos de las manos y el cuello, y empieza a andar de vuelta al corredor del que salen los participantes, sin esperar que el comentarista toque la campana ni a ver si su rival se levanta del suelo.

El ruido del público ha cesado. Todos esperan negitosos, viendo cómo se marcha mientras empieza a formarse una mancha de sangre debajo de "el triturador".

Dos seguratas van corriendo a ver en qué estado se encuentra mientras todo sigue en silencio. Hasta que uno de ellos se acerca al interlocutor y le quita el micrófono.

— Está inconsciente. Victoria para "El Huracán".

Por fin me permito soltar el aire que siquiera sabía que retenía en mis pulmones. La gente corea el apodo de Harry.

— "HU-RA-CAN... HU-RA-CAN..."

— El jefe da auténtico miedo cuándo pelea. - susurra Michael-.

— Es normal, lleva muchos años en ésto. - le responde Rick-.

Terminó de beber mi tercer margarita y lamo la sal que se ha quedado en mis labios, sintiendo en mi cuerpo los primeros efectos del alcohol.

#Aclaración: para todas aquellas personas que lo desconozcan, el margarita es un cocktel de tequila en el que suelen poner sal en el borde de la copa. Os lo recomiendo, está buenísimo :)#

De repente la puerta se abre de un portazo y entra Harry un tanto alterado.

— Recoged las cosas, largaos de aquí.
— ¿Pasa algo? - pregunto inquieta-.
— Hay problemas.
— ¿Qué clase de...

Por encima de mi voz, interrumpiéndome, se escuchan gritos. Me giro para mirar que pasa y veo cómo a unos veinte hombres armados disparando al techo y las paredes.
— ¿Que demonios?
— Son los hombres de Benjamín. - dice Rick detrás de mí-.

Harry me coge del brazo y tira de mí hacia la salida.
— No te separes de mí. - ordena-.

La verdad es que no tengo intención de hacerlo, después de verle pelear sé que es mala idea ponerme en su contra y que será la mejor forma de salir de aquí.

Echamos a correr por el pasadizo en dirección a las escaleras, cuándo vemos subir dos hombres armados. Harry saca su pistola y dispara con una precisión abrumadora, haciendo blanco en la frente de ambos.

Un grito escapa de mi garganta y un nudo se forma en mi estómago. Empiezo a hiperventilar y creo que voy a vomitar cuando Harry vuelve a tirar de mí en dirección contraria.

— No te quedes ahí pasmada. ¡Corre!

Cojo fuerte su mano y hago lo que me pide. Corro, y me da la sensación de que mis piernas nunca han sido tan lentas, por rápido que vaya no puedo escapar de allí tan rápido cómo me gustaría.

Abre una puerta lateral que da a unas escaleras exteriores metálicas. Primero se asoma, pero en seguida tira de mí para subir las escaleras. No he mirado hacia abajo pero doy por sentado que hay más hombre armados.

Llegamos al tejado y no veo escapatoria alguna. Él mira a todos lados, se queda mirando al edificio de enfrente un par de segundos y después me mira a mi.
— ¿Confías en mí?
— ¡No! - chillo angustiada temblando cómo un flan-.
— Pues tendrás que joderte si quieres salir viva de ésta. - dijo dedicándome una sonrisa nerviosa- No lo pienses, corre, y sin mirar abajo, salta.
— ¿Eeeeehhhhh?
— Vamos, será divertido. - dijo en una risa macabra que me dió más miedo que seguridad-.

Tira de mi mano obligándome a correr junto a él y veo a dónde se dirige. Vamos directos al borde de la azotea, y pretende que saltemos al edificio de enfrente, que es más bajo.

— Ah no... No, no, no no nononono... ¡Aaaahhhh!

Grito mientras saltamos. Todo pasa a cámara lenta. El salto, el vacío bajo nuestros pies, el edificio que parece acercarse a nosotros esperando la fuerte caída y las balas que nos disparan desde la azotea que dejamos atrás.
Caigo, ruedo, me levanto cómo puedo y sigo corriendo. Cuándo veo que soy la única que corre.

Me giro y veo a Harry caminando rápido, a duras penas, sujetándose su costado mientras su camisa blanca se empapa de rojo.

Me tiemblan las piernas, veo borroso debido a las lágrimas en mis ojos fruto del pánico y la adrenalina recorre mis venas salvaje. Sin saber lo que hago corro hacia él, paso el brazo con el que no se sujeta la herida y lo paso por mis hombros.

Tiro de él cómo puedo hacia el borde del edificio. Me asomo buscando escapatoria, cuando veo justo debajo de nosotros un contenedor de basura abierto. No lo pienso dos veces. Empujo a Harry que cae con un grito sorprendido y salto tras él.

Caemos mullidos sobre las bolsas apestosa, pero me importa una mierda con tal de evitar las balas que todavía resuenan en todas direcciones.

De repente un coche para frente a nosotros y temo lo peor, pero baja la ventanilla y veo a Rick y a Michael en su interior.
— ¡Vamos, rápido, subid!

La Chica De La FarmaciaWhere stories live. Discover now