La Chica De La Farmacia

capítulo 9

Es viernes, acabo de cenar cuando recibo la llamada de Nuria, mi mejor amiga.

— ¡Lauraaaa! ¿Cuánto hace que no me llamas? Mala amiga ...

— Lo siento Nuri, he estado liada últimamente. - le doy vueltas a los encuentros que he tenido con Harry, pero creo que será mejor no decirle nada-.

— ¿Sabes? Trabajar demasiado no es bueno.

— Ya, ya... Bueno, ¿Y cuándo quedamos?

— ¿Esta noche?

— Cómo quieras, mañana no me toca trabajar así que estoy libre.

— ¡Yupi!

— ¿Dónde vamos?

— Me han hablado de una fiesta ¡BRUTAL! Así que ponte sexy que esta noche tenemos marcha.

— ¿Qué tipo de fiesta es?

— Ya lo verás. Te recojo a las 10 y media.

— Vale Nuria, nos vemos después.

La verdad es que no tenía previsto salir. La última vez que salí fué... Bueno, fué con Harry, y no terminó muy bien.

Me pongo un vestido negro, ajustado, que me queda un poco más arriba de la rodilla, va agarrado al cuello y con la espalda descubierta. Recojo mi pelo en una coleta alta, me pongo unos aros, mis plataformas altas pero cómodas también negras y aplico un poco de color en mis mejillas y apenas un toque de rímel en los ojos.

Estoy lista.

Salgo a la calle y Nuria ya ha llegado, con su Ford Fiesta negro. La saludo, subo y nos damos un abrazo.

— ¿Lista?

— Más que lista.

Arranca y nos vamos hacia la fiesta cantando las canciones de la radio.

Llegamos a una nave del polígono y no puedo evitar pensar en la fiesta de la otra noche.

— Oye Nuria, ¿Por casualidad no habrá un show de boxeo en esta fiesta?

— ¿Boxeo? Anda, pues no, pero es una idea espectacular, deberían hacerlo.

— ¿Porqué lo dices?

— Bueno, escuché que hace poco hubo una fiesta ilegal que terminó mal, era para asegurar que no iba a pasar aquí.

— Cierto, lo oí en la radio. Bueno, al menos este local es completamente legal, dudo que pueda pasar algo así.

Me calmo un poco por su comentario, pero no puedo evitar de vez en cuando mirar a todos lados buscando gente armada por si acaso.

Al entrar examino el lugar pero parece mucho más normal que el de la otra noche, cosa que me tranquiliza. Nos sentamos en la barra y empezamos a charlar y beber.

En esta ocasión ambas bebemos martini con lima. Cuándo voy con ella, ambas bebemos lo mismo, por no mezclar si cogemos el baso de la otra durante la noche.

Ahora mismo suena alguna canción de reggaeton, que me suena cómo todas las demás. A mucha gente le gusta, pero son pocas las canciones que me agradan de éste genero.

Nuria es una de las que sí le gusta, y cómo tal me abandona para meterse en la pista, no muy lejos de mí, a bailar.

Hace gestos con sus manos invitándome a unirme a ella, pero sabe que no voy a hacerlo, no me gusta este estilo.

Aún no he terminado mi cubata que el camarero deja una copa con el borde recubierto de sal y lo miro sorprendida.

— Un hombre me ha pedido que te prepare un margarita.

— ¿Quién ha sido?

— Me ha pedido que no le señalara, tampoco me ha dado ningún nombre.

— Oh... Gracias.

Tomo la copa entre mis dedos y en mi mente aparece la cara de Harry.

Tiene que ser él.

— Disculpe. - llamo al camarero-.

— Dime, bonita.

— ¿Tenéis whisky?

— Claro. ¿Por?

— Al hombre del margarita, sírvele una copa del mejor Whisky que tengas, por favor.

Alza las cejas divertido, me cobra y le veo sacar un baso con hielo, llenarlo de una de las botellas y llevárselo a la otra punta de la sala. Le sigo con la vista, y ahí está.

Puedo ver a Harry apoyado en la pared, parece que esté solo.

El camarero le dice algo al oído y le tiende la copa. Él la coge con expresión sorprendida y clava sus ojos en mí.

Ambos nos aguantamos la mirada y levanto mi copa, brindando con él en la distancia. Harry sonríe y me devuelve el gesto.

— ¿Qué tienes ahí? - preguntó Nuria respirando agitadamente y sentándose de nuevo a mi lado-.

— Un chico me ha invitado a una copa. - dije subiendo los hombros restándole importancia-.

— ¿Qué? ¿Y dónde está? ¿Es guapo?

— Jajaja no te lo voy a decir.

— ¿Porqué noooo?

— Búscate uno. - me reí evadiéndola-.

— Está bien, no me lo digas. Pero si no te tengo que llevar a casa mándame un WhatsApp al menos. - me guiñó un ojo-.

— Lo mismo digo.

Un cambio en la música me hizo alzar la cabeza. Sonaron los primero acordes de "It's my life" de Bon Jovi.

Ésto ya es otra cosa.

Me levanto y tiro de la mano de Nuria, dejando mi copa en la barra. Nos metemos ambas en la pista riendo. Salto, río y canto la canción. Después de ésta, un seguido de canciones roqueras pero comerciales suenan seguidas.

Después cambian a máquina y electrónica. Es mi estilo preferido, pero a Nuria no le gusta tanto y ella se sienta.

Sigo bailando, sola, a mi rollo. Hasta que siento alguien pegarse a mi espalda.

Le observo por encima del hombro y no le conozco, así que me aparto y sigo a lo mío pensando que hemos chocado por error. Pero sige acercándose a mi, incomodándome.

Mi paciencia se acaba cuando posa una mano en mi cadera. Así que me giro dispuesta a dejárselo claro.

— Disculpa, pero no eres mi tipo.

— Vamos muñeca, dame una oportunidad.

Iba a responder cuándo alguien lo empujó, interponiéndose entre nosotros y contestando por mí.

— Ha dicho que no.

— Vaya, ¿Y tu quien eres, machito?

— El que te hará tragarte los dientes si no te apartas de ella ahora mismo.

Viéndo el rumbo que llevaba la discusión y sabiéndo de lo que Harry es capaz, decidí meterme de por medio para calmar la situación y aprovechar para espantar al chico.

Pasé mis brazos por la cintura de Christian, abrazándolo por la espalda.

— Vámos cariño, el chico debió de pensar que estaba soltera, deja que se marche.

Ambos parecieron desconcertados, pero Harry en seguida se repuso y se giró hacia mí, pasando un brazo por mi espalda, atrayéndome hacia él.

— Largo. - le escupió al chico que me molestaba-.

— Lo siento. - dijo antes de alejarse cabizbajo-.

Cuándo el chico estuvo lo bastante lejos, me puse de puntillas para susurrarle en la oreja a Harry.

— Gracias.

— Ha sido un placer. Y gracias por la copa.

— Oh, gracias a ti también por eso.

— ¿Bailarías conmigo, Laurita?