capitulo 19

18 3 0
                                    

— Tienes razón, me tienes muy enfermo, Laurita.

Trata de besarme, pero aparto la cara. Sus labios recorren mi cuello dejando besos húmedos a su paso. Su mano sige sujetando mis muñecas y con la otra acaricia mi cintura por debajo de mi camiseta.

— Detente, Harry, por favor.

Gruñe de mal humor por mi petición y se incorpora un poco, jadeante, para mirarme de frente.

— ¿Qué ha cambiado de hace unos minutos a ahora para que me rechaces? Deberías de sentirte afortunada.

— Ha cambiado todo, joder. ¿De que quieres que me sienta afortunada? ¿De que mi ex novio contratara a un sicario para matarme o de que el sicario se haya obsesionado conmigo?

— De que entre todas las putas mujeres te haya elegido a tí para ser mi reina, joder.

— ¡Yo no lo pedí! No quiero esto. Rodesda siempre de drogas, armas, tiroteos, peleas, asesinos... ¡Joder! Sólo quiero una vida normal... Te avisé, te lo dije, que no quería tener una relación con alguien como tu.

— Ya es tarde para eso, me perteneces.

— ¿Pero tu te oyes? Dices que David es un enfermo, que teníamos una relación tóxica. ¿Qué te diferencia de él?

Trato de forcejear para que me deje ir, pero es en vano contra su fuerza. Me pongo a llorar sin poderlo evitar.

— No me temas, por favor, no huyas de mí. Yo... jamás te haría lo que él, no me atrevería a ponerte una mano encima. Déjame demostrartelo, te lo suplico. Quiero que seas la única persona que no me tema, quiero que tu cara sea lo primero que vea por las mañanas y lo último que vea en las noches, una vida a tu lado, hacerte feliz. No llores, no voy a hacerte daño.

— No me obligues a quedarme, por favor. Si de verdad sientes algo por mí, si de verdad me quieres, demuéstramelo dejándome marchar.

Tras un momento de silencio en el que yo lloro y el no dice nada, temiendo su reacción, me sorprende levantándose y apartándose de mí.

Le miro sorprendida, mientras se gira, dándome la espalda y veo un ligero temblor en sus hombros, tratando de controlar la rabia por mi rechazo.

— Véte. Antes de que me arrepienta y vaya a por tí.

Me levanto de la cama, me pongo los zapatos y camino hacia la puerta. Una parte de mí quiere irse, pero otra parte está analizando todo lo que ha pasado y quiere quedarse.

Maldita sea, Laura. ¿Quién es la loca ahora? Debería marcharme hasta del país y en cambio...

Aún de pié junto a la puerta, le miro en silencio, decidiendo mi próximo movimiento. El temblor en sus hombros y su pose tensa me hacen sentir mal por él.

¡Demonios! Al menos me ha dicho la verdad, yo misma me lo he buscado. Y ciertamente, jamás me ha obligado a nada... Y va a dejarme marchar...

— Puedes pedirle a alguno de los guardias del complejo que te lleve a casa. - dice malinterpretado que aún siga ahí, de pié-.

Respiro hondo, y repaso mentalmente todas mis experiencias con Harry.

Realmente, pese a las palabras, pese a ser quién es, nunca me ha hecho daño, siempre es atento y cariñoso.

La primera vez que me trajo a su casa, sentí una especie de conexión con él, fué especial. Diferente a cualquier experiencia anterior con otros hombres.

Hombres de los que seguramente él ha sabido por el hecho de seguirme y tampoco hizo nada.

Aún confusa, decido que si no me ha hecho nada, no va ha hacérmelo ahora, y mañana podré pensar con más claridad.

La Chica De La FarmaciaOnde histórias criam vida. Descubra agora