Capítulo 13

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3:21 p.m.

Al llegar, Off aparcó justo al lado del automóvil su hermana en un espacio del vivero exclusivo para ellos. El lugar era bastante amplio y colorido gracias a la gran variedad de plantas, y el aroma, oh el aroma, era exquisito, tan limpio y suave que lo primero que hizo Gun al bajar del coche fue inhalar profundo.
—Oh Dios —suspiró el rubio—, cuanta paz despide este lugar.

El de orbes zafiro también se apresuró a salir del vehículo.
—Bastante cómodo, ¿no?

—Sin duda —afirmó Gun.

Off estaba a punto de decir algo más, pero un agudo gritito lo interrumpió; era su sobrina, quien lo estaba esperando junto a la cerca de malla metálica que rodeaba el vivero.
—¡Tío, tío, llegaste! —chilló Nirin, mientras se soltaba de la red y comenzaba a correr hacia la salida para ir con ellos.

—¡Cariño! —exclamó el castaño, colocándose en cuclillas y extendiendo ambos brazos hacia los lados para recibirla cálidamente.

Nirin saltó a sus brazos apenas llegó, haciendo al mayor tambalear un poco antes de reincorporarse con ella cargada.
—Pensé que no ibas a venir hoy, te tardaste mucho —dijo, haciendo un tierno puchero y aplastándole las mejillas al hermano de su madre.

El ojiazul rió entre dientes.
—Tan solo se me hizo un poco tarde, tenía que dejar unas cosas bien ordenadas en casa —explicó, acomodándola mejor en uno solo de sus brazos—, y mira —Se giró hacia un lado, donde Gun se encontraba de pie ligeramente cabizbajo—, traje a alguien más.

—¡Shun! —chilló la castañita, extendiendo sus cortos brazos hacia el rubio para que él la cargara ahora.

Gun y Off intercambiaron miradas antes de que el mayor le pasara a la pequeña.
—Hola, Nirin —saludó el ojimarrón, cargando a la pequeña con ambos brazos—. Te ves muy linda con ese vestidito rosa.

—Gracias —dijo la menor, mirando hacia abajo su vestido con estampado de florecillas blancas, dándole una pequeña sonrisa—. Te extrañe, Shun. Ya quería jugar otra vez contigo —confesó, jugueteando vagamente con los dorados cabellos del muchacho.

—Oh, ¿en serio? —cuestionó el post-adolecente entre una baja risa—. Creí que eso solo era una mentira que tu tío me decía que fuera a su casa.

El mayor de los tres casi se atraganta con su propia saliva al escuchar aquel inapropiado comentario.
—Basta de plática —dijo, tomando a su sobrina por debajo de las axilas para volver a colocarlas de pie en la acera—. Mejor vamos con tu mamá, Nirin.

—¡Sí! —chilló la niña, tomando a cada uno con una de sus manitas y tirando de ellos en dirección a donde su progenitora se encontraba sentada detrás de una blanca mesa de picnic, tecleando algunas cosas en su laptop.

Off estiró la mano libre frente a sí mismo para poder tocar el antebrazo de su alumno.
—No puedes decir ese tipo de cosas —reprochó en un susurro.

—Perdón, se me escapó —se excusó el de orbes avellanas en el mismo tono de voz.

Ya a sólo unos pasos de donde Aly se encontraba, la pequeña los soltó. Fue a tirar de la blusa de su madre para llamar su atención t después se alejó corriendo por ahí. Aly apartó la vista de la pantalla y la dirigió hacia los recién llegado.
—Gun, que gusto volver a verte —dijo, poniéndose de pie y rodeando la mesa para poder estrechar la mano del mchacho.

—Lo mismo digo —respondió el rubio.

—Hola para ti también, hermanita —dijo Off de forma sarcástica al haber sido completamente ignorado.

La castaña rió ente dientes antes de dirigirse a su hermano:
—No puedes evitar no tener protagonismo, ¿no? —comentó divertida—. Tan solo había visto a Gun una vez, permíteme la grata sorpresa.

—Le gusta mucho ser admirado —añadió Gun—, que lo pases por alto es un pecado.

Aly rió un poco más.
—Tienes razón.

Off rodó los ojos fingiendo molestia y tomó asiento en una de las largas bancas integradas en la mesa de picnic.
—Algo que me gusta menos que el ser ignorado, es que se burlen mí —dijo, mirando fijamente al ojimarrón.

—Uy, que sentidito —comentó su hermana entre una baja risa, mientras volvía a su lugar—. Bueno, antes de que comencemos, ¿tienen hambre? Porque Nirin y yo hicimos unos sándwiches riquísimos.

—Yo no, gracias —respondió Off, girando el rostro hacia un lado para ver al rubio sentando a su izquierda—. ¿Tú quieres probar uno?

—Umm —El de orbes avellanas lo pensó un poco, antes de aceptar—: Sí, por favor.

Aly le sonrió.
—Muy bien —Paseó su vista por el amplio lugar tratando de encontrar a su pequeña—. ¡Nirin, ve aquí! —llamó, y la menor llegó corriendo torpemente en un santiamén—. Dale a Gun uno de los sándwiches que preparamos.

—¡Sí, sí, sí! —chilló emocionada, tomando a Gun de la mano y tirando de él para hacer que se colocara de pie. Gun lo hizo y se dejó guiar por ella en uno de los tantos senderos de acera (estos eran para caminar por ahí y poder mirar las plantas sin pisar el césped) —. Están deliciosos porque les pusimos muchas cosas y yo le ayude a mi mami a sacar las cosas y a… —Nirin no paró de parlotear ni siquiera cuando sacó un emparedado para cada uno y comenzaron a comer sentados frente a los rosales, y esto hizo que Gun estuviese sonriendo enormemente mientras masticaba, por la ternura y ganas de reír que la niña le provocaba con sus desordenadas oraciones.

Mientras tanto, los hermanos Jumpol se ponían a corriente con los ingresos y cosas que se acabaron durante la semana. Aunque Aly no estaba prestando demasiada atención a la computadora como siempre hacia, hoy tan solo Off estaba atento y ella lo miraba con ojos entornados, como tratando de ver algo más allá en su mente.

—Detente —bufó el ojiazul, retirándose las gafas y pasando su vista de la pantalla a su hermana—, pareces una psicópata.

—Ja, ja, muy gracioso —comentó sarcástica, mientras relajaba su semblante—. En lugar de estar diciendo bobos comentarios, ¿Por qué no me resuelves una duda?

Off se encogió de hombros.
—¿Cuál es tu duda?

—¿Qué hay entre tú y Gun?

El ojiazul casi pudo sentir como su corazón se detenía por un instante. Mordió sus mejillas internas y trató de lucir desinteresado y confundido.
—¿A qué te refieres? Tan solo es un alumno más. No hay nada ente él y yo más que la relación escolar.

Aly frunció los labios.
—No. no me parece que sea “un alumno más” —dijo, mientras negaba lentamente—. Gun sin duda es especial; le das clases particulares en tu casa, lo traes contigo en tu coche y, lo más importante, lo tuteas. Tú no tuteas a nadie que no sea tu compañero de trabajo o miembro de la familia

El mayor tragó grueso, no podía mentirle a su hermana por más que tratara, ellos podían leer las expresiones del otro como a un libro abierto.
—Pero no es lo que crees —se apresuró a decir, manteniendo aún el tono neutro en su voz.

—Y ¿Qué es lo que yo creo? —cuestionó ella, con una sonrisa burlona de lado y enarcando una ceja.

—U-umm… No lo sé, pero siempre piensas cosas que no son.

—Menciona una sola vez en la que haya hecho eso.

Off trató, buscó en lo más profundo de su mente intentando encontrar alguna vez en la que las sospechas de Aly hubiesen sido erróneas, pero por supuesto eso jamás había pasado. Aly decía que era intuición femenina, Off decía que su hermana era una maldita bruja.

Teacher (OFFGUN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora