Teacher (OFFGUN)

FINAL

Los segundos que pasaron mirándose en tenso silencio pareció eterno. Gun tragó saliva sonoramente, Off boqueó un par de veces tratando de encontrar su voz, pero sin obtener ningún resultado favorable.

Susan, ya cansada de esperar, se aproximó de manera veloz hasta ellos y tomó a su primogénito por la muñeca para apartarlo de un tirón de los brazos de su profesor.
—Sabía que algo extraño ocurría entre ustedes —dijo, mientras se llevaba a Gun con ella hasta la salida. Se detuvo al lado de la abierta puerta para girarse y mirar al de ojos oceánicos—. ¡Se aprovechó de mi hijo!

Con tal acusación, Off logró volver a tomar el control de su cuerpo, ordenandole caminar hasta donde los rubios y defenderse:
—Yo no me he aprovechado de nadie.

—¡Por supuesto que lo hizo —reiteró, señalandolo de forma intensa con la su dedo índice—, es un maldito enfermo! ¡Degenerado!

Off se colocó frente a su colérica madre, tomándola por los hombros para tratar de calmarla.
—Ma', él no me hizo nada malo —aseguró con un tono de voz tranquilizante.

—Tú vete al auto, Gun —ordenó la rubia—, hablaré contigo en casa.

—No —respondió el ojimarrón, cruzandose de brazos.

—Tranquilo, Gun —habló Off esta vez, no queriendo ocasionar más problemas entre Gun y su madre—, puedo manejar esto solo.

No muy convencido, el menor de los tres le dio una última mirada temerosa al castaño, antes de hacer un leve asentimiento con la cabeza y salir de la casa.
Apenas Susan escuchó la puerta de su coche siendo cerrada de golpe, cerró la de aquella casa para mayor privacidad.

Off aclaró su garganta, dando otro paso hacia adelante, acortando más su distancia con la rubia.
—Escuche, señora-

—No, escuche usted, maestro —interrumpió ella, haciendo énfasis en la última palabra—. Se metió con uno de sus alumnos, con mi hijo, y eso es un delito, que tenga por seguro le voy a hacer pagar.

El entrecejo de Off se frunció levemente.
—Perdóneme pero no es así. Gun no es un niño, es un adulto.

Susan rió sin mucha gracia.
—Un adulto no depende de su madre, no hace "berrinches" cuando lo ponen a hacer sus obligaciones, no pasa la mayor parte de su día jugando videojuegos con sus amigos, y no le miente a su madre para hacer cosas que sabe son indebidas —dijo, elevando un dedo por cada cosa que decía—. Tal vez para la ley ya se un adulto, pero mi hijo sigue siendo tan inmaduro que mentalmente apenas si alcanza los dieciséis años. Gun seguramente no pensó en lo que estaba haciendo, se dejó llevar por las hormonas.

—No puede definir la "edad" de su hijo sólo por simples cosas que todo post-adolescente hace. Quizás Gun no sea como otros muchachos que se van a trabajar en lugar de jugar, pero él sabe muy bien lo que es bueno y lo que es malo, lo que quiere y lo que no, se encuentra en un estado perfecto de sus facultades mentales. Es un adulto le guste o no.

—Pero no lo era la primera vez que se lo traje —repuso, dando un paso al frente y presionando su dedo contra el hombro del mayor—. Vino aquí durante dos semanas siendo menor de edad aún.

—Y no pasó nada en esos días —repuso firme, retirando el índice de la mujer de su hombro.

—Sea como sea, le juro que no quedará impune, un buen docente jamás se habría enredado con uno de sus alumnos. Quiero saber cuantos minutos pasarán entre que se lo diga al super intendente, y que lo llame para despedirlo.

Off tensó la mandíbula.
—Gun y yo no volveremos a vernos.

—Por supuesto que no lo harán, le prohibiré las salidas por un largo tiempo, pero en la preparatoria yo no puedo estar presente y nadie me garantiza que no se verán allí. Me importa poco si a mi hijo le gustan las chicas o los chicos, pero no permitiré que tenga ningún que ver con un señor. Usted podría ser su padre, ¿se da cuenta?