La separación - Volkacio

Capítulo 2. Las grietas

- ¿Cuál es tu nombre? - Le preguntó el ruso al pequeño niño que los acompañaba.

Ya habían recorrido un par de kilómetros en busca de asilo; al parecer se había realizado un llamado a todos los ciudadanos, los policías orientaban a las personas que rondaban por los alrededores de la Plaza Central y los conducía a un refugio temporal para aquellos que habían perdido sus hogares debido a las grietas las cuales habían aumentado de cantidad y tamaño.

- Zacarías. - Mencionó el pequeño en voz baja pues aún no había depositado completamente su confianza en aquellos dos sujetos que lo acompañaban.

- Tienes un nombre muy lindo, ¿Nos dejarías llamarte Zack? - Preguntó el moreno que tomaba su mano suavemente solamente para que éste no se perdiera y para brindarle seguridad.

- Está bien... - Asintió levemente para continuar en la búsqueda de sus padres.
Los tres miraban por todos lados buscando a las personas que más les importaban a la par que se dirigían al pequeño aposento donde se les otorgaría comida y protección, al menos por ese momento.

Viktor notó que tanto su novio como el pequeño se encontraban desanimados pues no habían tenido resultados en su búsqueda, por ello, el mayor dejó de caminar y mirando a Zack dijo:

- Si estás cansado puedo cargarte en hombros, así podrás encontrar más fácilmente a tus padres.

El pequeño miró hacia arriba y con una tierna sonrisa asintió, levantando sus manos en muestra de que estaba preparado. Horacio miraba la escena divertido pues su novio tomó por los brazos al crío y colocó las piernas de éste sobre sus hombros.

El chiquillo gimió de felicidad al ver todo desde una mayor altura pues ahora conseguía ver las cabezas de los individuos que cruzaban a su lado en lugar de observar largas piernas caminando desesperadamente de un lado para otro.

Ahora los tres sonreían, sobre todo Horacio quién comenzó a imaginar una vida perfecta donde Volkov fuera el padre de sus hijos.

El más bajo sabía que el ruso era amante de los niños pues a pesar de ser una persona fría a ojos de los demás, había tenido una infancia muy dura, por ello, cada vez que observa a un pequeño pasándolo mal, una impotencia emana de su corazón obligándolo a darlo todo por una simple sonrisa.

Un incesante sonido de voces le hizo olvidar todo, pues su atención se centró en las puertas de la prisión federal. Las grietas no habían llegado ahí, era el lugar más seguro donde pasar la noche, además de ser amplio y estar vigilado por militares a todas horas; los reos se mantendrían encerrados en sus celdas, permitiendo que los demás ocuparan las instalaciones de forma segura.

...

Una vez establecidos en el refugio, colocaron sus pertenencias en un rincón cerca de los militares pues ambos agentes se comunicaron con ellos dejando en claro su cargo, posterior a ello tomaron asiento frente un pequeño televisor en el centro de la habitación donde un conjunto de personas observaba las noticias del momento.

La pareja miraba incrédula la pequeña pantalla pues en ella se mostraban los daños causados por éste extraño fenómeno; según el noticiero, la aparición de extrañas grietas había empezado hace unos días en Canadá; éstas poco a poco ocupaban los países aledaños a éste, causando fuertes estragos en Estados Unidos y México, se cree que han sido causadas por el excesivo desgaste de la litósfera llegando a causar daños en el propio manto terrestre. Las capas de la tierra se debilitan resquebrajando la superficie terrestre.

El primer video sobre éste fenómeno se mostró en pantalla, era una pequeña grieta que poco a poco se expandía, sin embargo, el gobierno canadiense no le tomó importancia, hasta que éste comenzó a consumir los autos y destruir propiedades.

Los científicos creen que no hay forma de revertirlo, las investigaciones han aumentado al rededor del mundo y se están tomando medidas como la creación de refugios temporales en aquellos países donde aún no invade la catástrofe.

- Se recomienda permanecer junto a sus familiares pues éstas aparecen en lugares aleatorios, son incontrolables y es imposible saber cuál será su tamaño o profundidad. - Una vez la presentadora dijo esas palabras, el corazón de los Horacio se contrajo, no podía permitirse perder a su padre y hermano, los había recuperado y no iba a perderlos otra vez.

El chico de cresta se puso de pie inmediatamente, tomó su mochila y salió corriendo del lugar; el ruso intrigado y preocupado, le dijo al pequeño que permaneciera cerca de los militares, ellos le cuidarían y si algo le pasaba, les iba a hacer la vida imposible; una vez hecho ésto, salió detrás del moreno.

...

POV Horacio

Debo encontrar a mi familia, no puedo permitirme perderlos de nuevo una vez logré encontrarlos. Finalmente, después de mucho tiempo era completamente feliz, tengo un hermoso novio y una familia pero todo se fue al caño en el momento en que ésto pasó, debo encontrarlos, debo encontrarlos, debo encontrarlos...

- ¡Horacio! ¿¡A dónde vas!? - Volkov se veía preocupado por mi, no me había dado cuenta de que lo dejé solo.

- Debo buscar a nuestra familia... - Dije en voz baja, aún sin poder entender que le ocurre a mi corazón.

Sin aviso, comenzó a faltarme el aire, las lágrimas comenzaron a salir descontroladamente a la par que una taquicardia inundaba mi pecho, sentía que me iba a morir, de pronto entendí, tengo un ataque de ansiedad.

- ¡Horacio! - Caí sobre los brazos de mi novio, quién me atrapó suavemente mientras llamaba a los militares por una ambulancia, después oscuridad.

...

POV Volkov

El mundo se está acabando, pero el mío casi termina cuando vi al amor de mi vida caer sobre mis brazos; yo sé de sus problemas, una tarde después del trabajo me habló de su depresión, problemas de ansiedad y como trataba con ellos através de la comida. Ese día estaba cansado de los rumores que corrían por comisaría acerca de su físico, yo debía estar para él así como lo hace conmigo, así que toda la noche hablamos sobre nuestra vida, los años perdidos, esos momentos inolvidables que a pesar de ser sencillos y tranquilos, los recuerdas toda la vida.

Cuando abrió aquellos ojos de dos colores los cuales se iluminaron por la luz del ala médica donde nos encontrábamos mi corazón comenzó a latir de nuevo; formulé una pequeña sonrisa con la esperanza de hacerlo sentir seguro a pesar de la situación en la que nos encontrábamos; constantes temblores se presentaban inesperadamente, aunque pequeños, asustaban a todas las personas sin hogar que se refugiaban aquí.

- ¿Qué me pasó? - Preguntó con un hilo de voz, a penas había logrado recuperar la respiración después del ataque que tuvo momentos antes.

- Tuviste un ataque de pánico ¿Qué ocurrió? - Me incliné sobre la camilla y le deposité un beso en la frente, pude sentir las arrugas de su frente que se marcaban muy levemente.

- Tengo miedo de perder a mi hermano, que a pesar de haberte disparado es la única persona que siempre estuvo ahí y Conway, quién es como mi padre...

Cerró sus ojos y dos tiernas lágrimas corrieron por sus mejillas; levanté mi mano y sequé con las yemas de mis dedos aquellas gotas.

- No te quedarás solo, no como antes, yo aún sigo aquí y no me iré de nuevo. No soy el mismo que antes, he cambiado, me di cuenta de lo enamorado que estoy de ti, mi Horacio, y no quiero perderte también... - Un nudo se formó en mi garganta, ahora era yo quien lloraba.

- Debemos seguir buscando, pero si me voy es contigo.