Capítulo 14. Misterios

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Conway corrió rápidamente a la entrada acompañado de Michelle y su hijo, los tres estaban intrigados por saber quién era el sujeto que deseaba entrar, se suponía que nadie sabía nada de aquel sitio ¿Cómo es que él si?

Al llegar escucharon unos golpeteos en la puerta, como si una persona estuviera llamando para saber si tenía autorización de entrar; Michelle le mostró a Conway através de una computadora una cámara con vista al exterior, permitiéndole ver a ella y su compañero de quién se trataba.

- MICHELLE, ABRE LA PUERTA. - Ordenó el mayor al percatarse de quién era.

- AHORA MISMO. - La elegante mujer tomó la palanca que permitía el ingreso al búnker desde dentro y la empujó. Los tres observaron como lentamente las paredes de metal se separaban permitiendo ver la silueta de un hombre con la misma edad de Jack ingresando al lugar.

El individuo portaba una americana negra con una camisa de color crema bajo esta, un sombrero negro ocultaba sus blancos cabellos y unos lentes de botella le intensificaban la mirada. Conway al verlo sonrió como quien observa a un viejo amigo, se acercó a él y con una sonrisa le dijo:

- Viejo amigo, estás vivo. - Abrió de par en par ambos brazos para otorgarle un abrazo el cual aceptó.

- Claro que estoy vivo, no serían capaces de deshacerse tan fácil de mi. - Pronunció observando el lugar, fijó su vista en Michelle que tenía lágrimas en los ojos acompañado de una sonrisa de oreja a oreja. - La bella Michelle, la mejor agente del CNI que he conocido.

Michelle se acercó y lo abrazó con cariño fundiéndose en sus brazos como si fuera un familiar suyo; por su parte, Gustabo observaba la escena incrédulo preguntándose quién demonios era la persona parada frente a él y que había logrado que su padre, una persona que nunca sonreía le ofreciera un abrazo y le nombrara "Viejo amigo".

El hombre comenzó a reír con aquella voz áspera que le acompañaba debido a la edad y unos cuantos cigarros, no había siquiera notado la presencia del rubio pero cuando lo hizo inmediatamente se fijó en su mirada anonadado, su rostro cambio inmediatamente a uno de intriga como el de aquel que observa los recuerdos del pasado depositados en una persona.

- Tiene los mismos ojos que Julia. - Mencionó mientras tomaba del mentón a Gustabo, no sabía porque, pero comenzó a llorar, como si aquello fuera lo más lindo que un desconocido le hubiera dicho.

- ¿Acaso no recuerdas a Mati? - Respondió Jack con los ojos húmedos, como si aquello le hubiera emocionado de igual forma.

- Pero, no es posible, los asesinaron. - Respondió el sujeto conmocionado pero completamente alegre. - Jack, aún te queda familia después de todo. - Respondió con una sonrisa.

- Tú también eres parte de mi familia. - Ambos hombres mayores sonrieron para si, estaban encerrados en una pequeña burbuja llena de recuerdos de dos excompañeros que no se habían visto en años pero que se consideraban familia sobre todas las cosas.

- Hijo. - Pronunció el sujeto mientras le tomaba de las manos. - Tu madre era la mujer más valiente que jamás he conocido, ella salvó a tu padre cuando yo no pude hacerlo, era una madre que estaba comprometida con su labor y que era capaz de hacer lo que fuese necesario para proteger a su familia, parece que lo logró.

Gustabo estaba anonadado, los tenues recuerdos inundaron su memoria la cual después de mucho tiempo finalmente fue capaz de recuperar al menos por partes, podía verse a si mismo jugando con una hermosa mujer que le cantaba todas las noches hasta dormirse, gracias a ello estaba completamente seguro de que lo que aquel hombre le decía era verdad, anhelaba con todas sus fuerzas haber podido conocerla.

La separación - VolkacioWhere stories live. Discover now