Capítulo 6

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Bulma.

—¡Llegaremos tarde! —grita Nila desde el piso de abajo.

—¿Polque tengo que usal tlaje? —se queja Prince cuando le coloco el pequeño saco del traje negro.

—Porque hoy es un día muy importante —informo— así que tenemos que vestir de manera formal.

Dejo un beso en su frente y lo bajo de la silla, inmediatamente sale de la alcoba.

—Hola, cariño —me saluda Rudy con un beso en la boca— la camioneta ya está lista.

—Andando.

Los cuatro nos subimos a la camioneta, Rudy maneja por las calles de Finlandia hasta adentrarse a la ciudad Helsinki, llegamos a la corporación donde de inmediato nos ponemos a trabajar.

—Trae café y déjalos sobre la mesa —le ordeno a Flor inmediatamente cuando la veo.

—Como ordené señora, Judy —me dice con voz tierna— Prince ¿dónde estás pequeño travieso?

Subo al elevador que me lleva al último piso. Entro a la oficina donde Nila esta sobre el escritorio con nuestro jefe de marketing entre las piernas. No sé que hacer, si correrlos o felicitar a mi amiga por manosearse al hombre más guapo de la empresa. Me aclaro la garganta llamando su atención, no es tiempo de armar un escándalo, en menos de veinte minutos veré al hombre con el que cerrare un contrato.

—Aquí están los cafés que encargaron ¡oh, por Dios! —grita de manera dramática Flor cuando entra y ve lo mismo que yo— ¡de verdad lo siento! Yo…yo dejaré esto aquí —rápido deja los cafés en la mesa y sale despavorida.

—Genial, has espantado a la asistente —me recrimina Nila como si yo fuera la pervertida que está con un hombre entre las piernas. Sin importarle mi presencia vuelve a besarlo al mismo tiempo en que le estruja las nalgas.

Desvío la mirada avergonzada.

—Nos vemos en otro momento, preciosa —habla el pelirrojo y sale mientras se abrocha el cinturón.

—Nila, creí que había quedado claro que la oficina no se usa para tus conquistas —la miro mal— Prince bien pudo haber entrado en mi lugar ¡no quiero que lo perviertas tan pequeño!

—Muñeca —toma un café y se cruza de piernas sobre el escritorio— relájate un poco, creo que Rudy no ha hecho bien su trabajo y por eso estás muy estresada.

—No cambies el tema —la regaño.

—De acuerdo, pero ¡es que míralo! Todas en esta oficina quieren con él, me aproveche del momento pero prometo que no volverá a suceder.

—Te juro que si mi hijo me llega a decir que te vio haciendo ciertas… cosas, yo misma te mato —prometo e igual tomo un café.

—Ajá —bebe del café pero rápido hace una mueca y escupe todo el líquido para después limpiarse la lengua con la mano— ¡que asco! Sabe asqueroso ¡me han envenenado!

La miro con el ceño fruncido, ha ensuciado toda la oficina ¡pero que desorden!

—Nila no seas cochina.

—¡Prueba tu café sin escupirlo!

Hago caso tomando solo un poco… ¡pero que asco! Esto está salado, demasiado a decir verdad.

—¡¿Qué mierda nos trajo Flor?!

—Apuesto que fue Prince, no es la primera vez que hace algo así ¡debes de controlarlo! —toma una larga bocanada de aire sobándose las sienes— no quería decirte esto pero… el otro día se metió al vestidor de mujeres y robó toda la ropa de las trabajadoras.

𝑳𝒂 𝑫𝒂𝒎𝒂 𝑫𝒆 𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 ✔Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang