𝑳𝒂 𝑫𝒂𝒎𝒂 𝑫𝒆 𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 ✔

Capítulo 20

Montreal, Canadá.

Cherry.

Tal vez nunca llegue a ser la señora de todo, ni siquiera la amante… supongo que siempre lo supe ¡que estúpida fui!

—Es hora —me llama 18.

Estacionan las camionetas en un Club subterráneo de Vegeta. Todos empiezan a maquinar el plan estipulado.

—Tú no vas —me ordena Vegeta pasando a mi lado.

—¿Por qué no? —Bulma no quita su mirada de mi haciéndome sonreír—. Sabes que soy muy útil…

—Que no vas —repite malhumorado.

—Pero…

—No es conveniente para tu estado —suelta de pronto dejándome perpleja.

Veo como se marcha seguido de los demás. ¿Eso significa que le importo?

—¿A qué se refiere con tu estado? —pregunta Bulma.

No le respondo, vuelca los ojos y se pone a trabajar en la MacBook haciendo quien sabe que cosas.

Si le digo, Vegeta me mata, pero tarde o temprano lo sabrá.

—Estoy embarazada —le suelto.

—¿Felicidades? —pregunta confundida alejándose del ordenador.

—Es de Vegeta —le aclaro, su mirada es decepción total así que prosigo—: no pienso quitártelo ni nada por el estilo, no me importa si lo reconoce o no, después de esto me alejaré —prometo.

—¡Claro que no! Vegeta tiene que reconocerlo, después de todo es su hijo —suelta un pequeño suspiro—. Nosotras nunca nos llevamos bien desde la primera vez que nos vimos y…

—Nunca nos llevaremos bien —le dejo claro.

—Sí, bueno, como sea. Pero a pesar de todo sé que Vegeta confía en ti y si él lo hace yo también —se acerca poniendo su mano en mi hombro tratando de darme consuelo.

—No quiero tu lástima —alejo su mano de un manotazo.

《¿Quién se cree esta perra al hacer semejante tontería?》

—Yo me largo —comienzo a caminar pero su voz me detiene:

—Vegeta te lo prohibió.

—Mi futuro Rey está en peligro, no me quedaré aquí sin hacer nada. —sigo caminado y le muestro el dedo del medio.

Tomo una ametralladora con silenciador, varios cartuchos y dos granadas junto con tres cuchillos.

Diversión, voy por ti.

La famosa casa de Frezeer queda a pocos minutos de la ciudad, es perfecto, aquí no causaremos mucho escándalo.

Me adentro al terreno, los Sayayin ya han tomado el lugar pero los hombres de Frezeer son mucho más de lo que creí

《Apuesto que estos años se la pasó reclutando gente sin que lo supiéramos》

Me abro paso entre las personas matando a todos los enemigos que se me atraviesan, la mayoría son jóvenes drogadictos, lo más seguro es que los sacaron de callejones llenos de estiércol.

Me divierto abriendo gargantas y llenándole el cuerpo de tiros a los criminales.

Coloco mi mano en la manija de la puerta para entrar pero una enorme explosión me manda al otro lado de la sala, un pedazo de madera atraviesa mi brazo.

《¿Qué demonios?》

Veo cuerpos de mis camaradas en todo el lugar. Todo se vuelve confuso cuando una segunda explosión me taladrar los oídos, no distingo que pasa y no puedo escuchar bien.

Trato de levantarme pero mi cuerpo no responde, todo pasa muy rápido, varios Guerreros pelean por el niño, la fuerza Gunyu no está aquí ni tampoco Frezeer.

Logran acabar a los enemigos, 18 es la única sobreviviente, toma al niño en brazos y comienza a correr con él.

—El paquete está asegurado, iré inmediatamente —le avisa a los demás por medio del intercomunicador pero un disparo la hace caer.

《¡No!》

—Vaya, vaya ¿a quien tenemos aquí? —Frezeer toma protagonismo acercándose a la rubia—. La temible 18 ¿dónde está tu gemelo? —pregunta fingiendo interés—, oh, es cierto, yo lo maté —sonríe.

—Canalla —habla con dificultad la rubia y escupe sangre.

El niño comienza a correr, lo sigo con la mirada, Bulma lo toma en brazos.

《¿Qué hace aquí esa estúpida?》

—¡Bulma! ¿Lista para presenciar la muerte de tu hijo?

—¡Lárgate de aquí! —le ordena 18 tratando de levantarse pero Frezeer la golpea mandándola devuelta al suelo.

El italiano camina hacia la peliazul, me quito la estaca del brazo y me levanto lo más rápido que puedo quedando cerca de ellos.

—¡Vete! —le exijo.

Comienzo a pelear contra Frezeer, es muy fuerte pero yo siempre le he ganado a los mejores.

Bulma ayuda a 18 que ha recibido un disparo en la espalda, apuñalo a Frezeer en la pierna cuando me manda al suelo.

—¡Cherry! —grita Bulma cuando una tercera explosión me manda al otro lado separándome del italiano— ¡tenemos que irnos! —llega a mi.

Acuna mi cara en sus manos marchándose de mi sangre.

—Vete tú, ayuda a 18 —pido.

—No me iré sin ti —sus lágrimas comienzan a descender.

Volteo a ver a Frezeer que comienza a moverse.

—Si algo aprendí del ajedrez es que haz de morir por tu Reina —digo.

—¡Mamá!

—¡Vete ahora!

Se aleja dudosa, toma a su hijo en brazos y ayuda a 18 antes de darme una última mirada e irse.

Gunyu, el líder, entra a la explosión, ve como se aleja Bulma e intenta alcanzarla pero se lo impido.

—No, no, no, grandote, tu pelearas conmigo —sonrío divertida.

El sabor metálico de mi sangre desciende por mi garganta, me aguanto el dolor de mis costillas y le hago frente al tipo de más de dos metros.

—Te mataré, perra —bloqueo con mis brazos el golpe que iba directo a mi cara.

—Eres cadáver —me amenaza Frezeer por atrás jalándome el cabello a la vez que entierra una navaja en mi vientre haciéndome escupir sangre— ¡Ve por Bulma! —le ordena a Gunyu.

Con las pocas fuerzas que tengo hago una maniobra liberándome, le quito el seguro a la granada, ambos me miran con horror mientras yo sonrío satisfecha.

—Yo no me muero sola —sonrío antes de que la explosión nos mate a los tres.

《Yo he nacido para morir》

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No lloro, no llor ):
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