Luz

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PARTE UNO: Creación

Desde hace unos años era de conocimiento mundial que existían personas excepcionales, seres humanos nacidos con habilidades tan increíbles que era imposible ignorarlas.

No se sabe bien cómo comenzó, pudo ser con un hombre que aprendió a volar, o con una mujer que podía congelar las cosas, pero a medida que iban apareciendo las personas se iban asombrando... Y asustando.

¿Quién decía que esas personas se volverían héroes? ¿Qué pasaba si usaban sus habilidades para un mal? ¿Qué pasaba si notaban que siendo más fuertes que los humanos podían exterminarlos? Las personas estaban tan asustadas del futuro que se decidieron tomar medidas.

Era normal que las personas diferentes comenzaran a presentar una habilidad especial después de haber cumplido los catorce años, así que cada joven era evaluado al llegar dicha edad, quienes presentaban leves rasgos propios de los otros tipos de humanos eran encerrados.

Algunos tenían suerte y se volvían en héroes aclamados y amados por todos... Pero esa era la suerte de algunos, el resto permanecían encerrados como ratones de laboratorio.

Yoongi tenía los catorce recién cumplidos cuando descubrió su habilidad, estaba jugando con un viejo encendedor de su padre cuando se quedó mirando la llama que esta emanaba, pasó su dedo y la llama se mantuvo en esta, como si siempre hubiese pertenecido con él.

Comenzó a jugar con la pequeña llama sin darse cuenta que se estaba expandiendo por toda su mano. Cuando su madre lo vio quedó horrorizada y apagó la llama poniendo la mano del pequeño sobre el agua.

Lo que ninguno esperaba era que Yoongi se quemara la mano con el agua.

Solía pasar, tener una habilidad también significaba perder ciertas cosas, ¿podías crear plantas? Estas podrían pudrir tu piel, ¿controlar las mentes? Tu cerebro se comienza a fundir lentamente. Y en el caso de Yoongi, el agua le quemaba, mientras el fuego lo protegía, Yoongi no tardó mucho en entender eso. Así como también comenzaba a entender cómo usarlo sin dañar al resto.

Pero su madre tenía mucho miedo, creía que en cualquier momento su hijo iba a usar su habilidad para el mal, que se volvería loco y trataría de quemarla... Por eso, a pesar de que Yoongi nunca mostró algún intento de atacarla, no esperó y lo llevó a un hospital bastante especial.

La gente allí estaba amarrada, algunos adormecidos, otros gritaban como locos y mientras Yoongi veía a la gente a su alrededor se trataba de esconder lo mejor que podía detrás de su madre, seguía mirando asustado al resto de jóvenes y adultos que peleaban con los enfermeros y se preguntaba porqué lo habían traído ahí.

Cuando su madre se separó sintió su corazón acelerarse, pero se calmó cuando una doctora tocó su hombro.

"Hey. Sé que este lugar se ve raro, pero tiene partes muy lindas, ¿quieres ver?" Yoongi asintió, sintiéndose relajado al lado de esa agradable mujer.

Lo guiaron hacia el patio, el cual era pequeño pero tenía bastantes lugares lindos, habían bancas pintadas como si fueran una obra maestra, habían esculturas por todas partes y también habían miles de flores y árboles que hacían que la vista fuera bonita. También vio los comedores y las zonas para meditar o relajarse, todas eran muy blancas para su gusto, pero no iba a negar que si eran lindos.

Cuando subieron por el ascensor se encontró con su madre otra vez, le iba a pedir que se fueran ya a casa cuando la mujer lo guió por otro pasillo, cuando vio que lo llevaban a una habitación supo que todos sus miedos (esos que se negó a creer por el cariño que le tenía a su madre) eran ciertos y corrió, lejos de todos, trató de correr y evitar a quien pudiera, pero un hombre fuerte y grande lo sujetó, peleó por tanto tiempo que ni cuenta se dio cuando usó su poder.

"¡Les dije que era un monstruo! ¡Es un monstruo!"

Se calmó cuando escuchó el grito de su madre, miró a su alrededor asustado y quizo llorar cuando vio el rostro de quién lo sujetaba quemado, quemado por culpa de él.

Esta vez no puso resistencia cuando se lo llevaron.

"Yoongi Hyung. ¿En qué piensa?"

Pero eso fue hace muchos años ya, ahora siendo mayor ese recuerdo no era nada, y lo que le hicieron en ese lugar solo le hacía pensar que ese hombre se lo merecía.

"En nada que te interese mocoso"

Jungkook, quien esperaba su respuesta hizo un puchero en protesta y golpeó su hombro con molestia.

"¡Hyung! ¡Creí que nos contábamos todo!" Yoongi rió, y finalmente asintió.

"No era nada, te lo juro" Jungkook le miró con duda pero finalmente asintió, abrazándolo por los hombros.

"¿Quieres ir donde Jin hoy? Estoy seguro que hoy hace su especial" Los ojos de Jungkook brillaban al pensar en probar una de las deliciosas brochetas de cordero que preparaba su mayor, Yoongi no pudo evitar sonreír al verlo.

"Claro, también estoy seguro que le encantará verte" Jungkook le devolvió la sonrisa y ambos siguieron caminando.

Lo único bueno que había pasado en ese hospital, es que Yoongi había conocido a personas increíbles.

Cerezo [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora