Un Amor Declarado y Personal

TE AMO (Final)

Apenas había llegado a aquel penthouse se encontró con la sorpresa que Mark lo esperaba.

—Zhan cariño. Sabía que vendrías, pasa por favor —Mark se hizo a un lado para que él pasará.

—Señor Tuan, solo he venido por MeiLing —él se encontraba muy nervioso frente aquel hombre.

—Pues tendrás que esperar, mira que Yibo vino con nuestra nieta y Jackson los invito a dar una vuelta. Yo no fui porque sabía que vendrías por la pequeña.

—Señor Tuan yo no quise que las cosas llegarán hasta esté punto.

—ZhanZhan, con Jackson no somos tontos.

—¿Cómo dice?

—Cariño, era obvio que esto fue una farsa desde un comienzo, pero ahora es algo al parecer algo extraño... Yibo nos llamó anoche y supimos que algo había pasado. Zhan, aunque MeiLing no sea hija de Yibo, y todo fue por ayudarte, él ya ama a la pequeña como te ama a ti.

Xiao Zhan estaba sorprendido de las palabras de Mark, el que le dijera que el menor lo amaba le hacía doler el pecho.

—No, usted está equivocado, Yibo jamás podría…

En eso la puerta era abierta y risas de la pequeña llegaron a oídos de Zhan. Al voltear vio al señor Wang con la pequeña y atrás de ellos con unas cuantas bolsas a Yibo.

—Zhan, muchacho qué gusto —se acercó Jackson a saludarlo.

—Zhan-Ge… —apenas pudo pronunciar Yibo.

—Buenas tardes señor Wang.

—¡Pa pa pa! —MeiLing alzó sus bracitos no a Zhan sino a Yibo que la recibió feliz.

—¿Que paso mi princhecha? —la pequeña era alzada y reía a carcajadas.

—Jackson acompáñame a ver cómo va la cena.

—Claro amor, chicos siéntense como en su casa.

Al retirarse Yibo finalmente lo miró, pero él desvío la mirada. Zhan sentía que eso estaba mal. MeiLing no podía seguir encariñandose con la familia Wang, ya no. Pero al momento que vio a la pequeña acercar sus manitas al rostro de Yibo y esa mirada franca e inocente de su pequeña y el roce de narices supo que algo sí era cierto… Amaba a ese par más que a nada y serían una linda familia, pero los miedos del menor no los dejarían ser felices.

—Zhan-Ge, siento haber sacado a MeiLing así sin avisar.

—Sabes que esto es un error, ¿verdad?

—¿Que es un error?

—Esta farsa de familia feliz, cuando sabemos que no es así. Tú no me amas.

—Todo lo que le dije al periodista es verdad, y no me exime de decírtelo ahora... Te amo.

El mayor sintió que le iba a explotar el corazón.

—Me vas a dejar sin alma —se quejó, con las lágrimas que fluían continuamente de sus ojos.

—Igual que tú me has dejado sin coraza —se acercó a él—. Tenías razón, Zhan. Me estaba mintiendo a mí mismo. Tenía miedo de sentir y no me atrevía a liberar mis emociones. Pero tú me has enseñado que merece la pena correr el riesgo. Has sido mucho más valiente que yo. Te arriesgaste para proteger a MeiLing y a confesar lo que sientes por mí. Te arriesgaste una y otra vez a que te rechazara cuando no tenías por qué hacerlo, mientras que yo fui demasiado cobarde para hacer lo mismo.

Zhan intentó tragar saliva, pero se lo impedía el nudo de su garganta.

—Hemos vivido experiencias distintas, Yibo. No puedo ni imaginarme por lo que tú has pasado. Una experiencia así es…