13. Debe cantar bien

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Octubre pasa con lentitud, las semanas se alargan tanto como las sombras de los árboles al atardecer. Con los disfraces ya comprados, quedan pocos temas de conversación nuevos y la vida escolar avanza sin más novedades. Noah sigue siendo el chico recién llegado y atractivo, pero sospecho que cualquier plan para conquistarlo se murmura demasiado bajo como para que yo me entere.

Las reuniones del club de teatro son el único momento en el que los intentos de algunas muchachas para llamar la atención de mi novio se vuelven obvios. Por momentos, me arrepiento de haber sugerido esta activad para ambos. En especial porque me aterra lo que pueda ocurrir hoy. Nuestro destino se decidirá pronto.

Subimos al escenario tomados de las manos. Creo que él siente mi incomodidad y que quiere asegurarme que todo estará bien, que no debo preocuparme.

Imposible.

La semana pasada audicionamos para los roles principales de la obra que representaremos al final del semestre. Para sorpresa de la profesora a cargo del grupo, los alumnos escogimos El fantasma de la Ópera —yo había votado por La telaraña de Charlotte—.

¡Un musical! Bastante vergüenza siento al estar frente al público, ¿encima deberé cantar y bailar? Espero que me toque ser un extra. Miré la película hace unos días por primera vez y no estoy preparada para participar de algo tan complejo.

Lo peor del caso es que nos dijeron que nosotros, los chicos del último año, tenemos prioridad para los papeles protagónicos. ¿El problema? Esta historia contiene un triángulo amoroso y Christine besa a ambos chicos. Si me dieran su papel a mí, tendría que...

¡No! Si eso ocurre Noah desaparecería para siempre. Y lo digo con la certeza de que a él van a darle un protagónico. Es atractivo y tiene una voz preciosa, no hay dudas de que estará en el centro del elenco. Solo espero que a mí me permitan ocultarme entre la multitud.

Todavía no se lo he mencionado porque es un asunto que se me ocurrió esta mañana y que me trae preocupada desde que llegamos a la escuela. ¿Qué haremos si nos toca una escena con un beso? Como ya todos saben que somos novios, es probable que la profesora nos escoja como pareja intencionalmente con la idea de que no nos incomodará besarnos frente a la escuela. ¡No podría estar más equivocada! ¡Ay!

Ya calculé los números. El club de teatro tiene dieciocho miembros. Doce chicas y seis chicos. Solo un tercio somos del último año, es decir, media docena.

Según Google, hay ocho personajes importantes en El fantasma de la ópera. Están, antes que nada, la protagonista y sus dos pretendientes. Les siguen Carlotta, la señora que coordina todo y cuyo nombre no recuerdo, su hija y los dos señores con bigotes.

¡Uy! Tengo que recordar que Sebastián me pidió que le avisara si alguno de esos dos señores queda libre luego del anuncio de hoy. Dice que quiere ponerse traje de época, monóculo y bigote porque suena divertido. El próximo lunes habrá audiciones abiertas para los papeles que no hayan sido tomados. Cualquier alumno de la escuela podrá participar, y mi mejor amigo está decidido a intentarlo.

En eso, noto que la profesora ingresa al teatro. Me tenso, nerviosa.

—Todo va a estar bien, Amy —susurra Noah—. Tu audición fue excelente.

No quiero mencionar mi mayor preocupación aquí, frente a otros.

—No es eso —respondo.

—¿Entonces?

—Nada, te digo luego —prometo.

La profesora sube al escenario y los miembros del club nos acomodamos en un semicírculo a su alrededor. Observo los rostros de mis compañeros, no recuerdo el nombre de la mayoría.

El chico que bajó de las estrellas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora