16. No debe ser asfixiante

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Aunque me costó tomar la decisión, permití que Noah desapareciera.

Es cierto que se me parte el corazón cada vez que él deja de existir como humano, pero mi novio tiene razón cuando me dice que no puedo pausar mi vida usual solo por él. Incluso a la hora de pedir el deseo me aseguré de que una de mis exigencias fuera que el chico de mis sueños no fuera asfixiante, que no me alejara de mis seres queridos.

Por eso mismo es que hace algunas horas tomé una decisión dolorosa: hoy pasaré la tarde a solas con Sebastián.

Aunque Elliot y Azul son muy importantes para mí, hay cosas que no me siento cómoda compartiendo con ellos. Existen conversaciones y momentos que solo pueden ocurrir cuando dos mejores amigos están juntos.

Al parecer, Sebastián necesita ayuda con su disfraz porque escogió algo complicado y no desea comprar un traje ya armado en internet, sino que está ofuscado con la idea de hacerlo tan fiel al original como le sea posible, aunque cueste el triple de dinero. Los trajes que venden en Amazon son de mala calidad, es cierto, pero no creo que valga la pena invertir tanto tiempo y dinero en recrear a un personaje ficticio para una fiesta escolar que durará solo un par de horas.

¡Ni siquiera quiso decirme de qué será el disfraz!

Ya en casa de mi mejor amigo, desciendo por las escaleras que conducen al sótano. Noto que hay más luces encendidas que de costumbre, tal vez porque Sebastián necesita coser algunas partes del traje.

—¡Llegué! —saludo animadamente mientras lo busco con la mirada.

—"Buenos días, princesa" —responde mi mejor amigo, sentado en el suelo frente a su laptop, que descansa sobre una mesa baja que tiene aperitivos y elementos de costura—. Y, antes que me digas algo, es una referencia a La vida es bella.

Sonrío y me aproximo a él, curiosa.

—Ya ni me molesto en juzgarte o en preguntarte cada vez que dices algo raro, sé que toda frase extraña que sale de tu boca tiene un motivo o una historia detrás. —Me acomodo a su lado y desvío la mirada a la pantalla—. ¿Tutorial de costura para principiantes? ¿En serio?

—No sé ni cómo enhebrar una maldita aguja sin pincharme, mira. —Extiende una mano en mi dirección y veo que tiene los dedos cubiertos de banditas.

—¿Acaso quieres disfrazarte de la momia? —bromeo.

—Ja ja ja, muy chistosa —ríe con sarcasmo—. No, lo que quiero hacer es mucho más alocado. Tuve que comprar una peluca, espero que llegue a tiempo por correo porque necesitaré retocarla.

—¿Puedo saber qué es?

—Nop.

—Si no me dices, no podré ayudarte —insisto.

—"Hakuna matata", amiga —asegura—. Tengo todo bajo control. Mira. Necesito que conviertas esa chaqueta negra en una camiseta; es varios talles más grande que yo, así que no hay problema con cortar el cierre frontal y unir las partes. Luego, hay que colocarle hombreras, deja que te muestro cómo deben verse. —Busca una imagen en su teléfono.

—¿Estás seguro?

—Segurísimo. Y, hagas lo que hagas, no mires la caja que está sobre mi cama. Son algunos de los accesorios que necesitaré. Y el maquillaje.

—¿Maquillaje? —Alzo una ceja.

—Sí obvio. Voy a pintarme los labios de rojo, usaré mucho delineados y hasta tengo rubor. ¡Y brillitos para los ojos! ¿No te dije que iré de Jessica Rabbit? —miente.

El chico que bajó de las estrellas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora