Prólogo;

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1995. Los Ángeles, California.

Las luces me encandilaban, los lentes que cubrían mis ojos me ayudaban a no quedar ciega o aturdida por ellas, pero aún así colocaba mi mano como un escudo. Esas luces parecían provenir hasta del mismo sol. Pero a pesar de eso, no dejaba de saludar a los paparazzis que seguían tomando fotos y vídeos, pero sobre todo a los fans que estaban detrás de las murallas de separación, es por ellos que estoy aquí, que he llegado tan lejos.

Algunos de mis guardaespaldas, y guardias del establecimiento, me ayudaban a llegar a la camioneta que esperaba por mi, todo esto era una locura, y no era para menos, hace poco había estrenado una película musical junto a John Travolta la cual estaba siendo todo un éxito, y a pesar de que solo tenía 17 años, había logrado acoplarme bien con el resto del elenco y eso se notaba en la película, a pesar de que el resto eran mucho mayores que yo.

---¡Meredith, Meredith! ¿Son ciertos los rumores con John Travolta?--- escuche a uno de los periodistas por encima de todos los bullicios de la gente.

---¿O con Matt LeBlanc?--- pregunto otro hombre.

---¿Matthew Perry es tan guapo como se ve en la tele?--- pregunto una mujer que parecía era más fan que periodista.

Esas y más preguntas se hacían escuchar, no respondí a ninguna ya que tenía poco tiempo para llegar a mi próximo destino, pero negaba divertida ante todas las preguntas que lograba escuchar. Comprendía las preguntas relacionadas con John, habíamos protagonizado una película donde ambos éramos pareja, claro que preguntarían cosas como esas, para los fans sería un sueño que el amor que se vio en la película traspasara la gran pantalla. Incluso lo entendía con Matt, ya que había salido en pocos episodios de Friends como una de las novias de Joey, y esa serie estaba siendo todo un éxito para apenas haber comenzado. Pero con el otro Matthew no sabía porque me relacionaban, pero ellos solo querían sacar información.

Con ninguno tenía nada por varias razones; todos eran buenos amigos de mi padre, el cual era un director conocido por lo cual tenía buena relación con los actores del momento, además que creo que estaban en pláticas para futuros proyectos; otra de las razones es que los 3 ¡eran mucho mayores para mí! Es decir, solo tengo 17 años, y ellos ya rondaban por los 25, pero al parecer eso a la gente no le importaba y querían ver una relación entre 2 actores del momento, en este caso, cualquier otro actor y yo. 

Cuando logré subir finalmente al asiento del copiloto, me despedía a través de la ventana del resto de gente que rodeaba la camioneta, mientras mi chófer trataba de salir del lugar sin llevarse a nadie de paso. Pero cuando logramos por fin librarnos de todo el bullicio de gente, solté un suspiro y me deje recargar finalmente en el asiento, mientras me quitaba los lentes de sol.

---¿Siguen con las mismas preguntas?--- me pregunto divertido Josh, mi chofer.

---Así es, y al parecer seguirán así más tiempo.--- le murmure divertida mientras me sobaba las sienes.

---No los culpo, es decir, ahorita eres una de las actrices juveniles del momento, todos quieren sacar un chisme fresco de ti.--- aseguro divertido Josh mientras manejaba.

---Tienes algo de razón, después de todo, es su trabajo.--- asegure con tranquilidad.--- Pero si quiero continuar con el mío, mas vale que aceleres, ese contrato no se firmara solo y tenemos solo 15 minutos para llegar.--- le recordé divertida.

---Sus deseos son ordenes.

Desde que Josh había comenzado a trabajar como mi chófer desde que yo tenía 15 años, manteníamos una muy buena relación, lo consideraba un amigo en verdad. Siempre quería mantener una buena relación con la gente con la que trabajaba, eso me lo había enseñado mi padre, porque después de todo eran personas haciendo su trabajo, y gracias a ellos las cosas salían bien así que lo que menos podíamos hacer era tratarlos como se merecían.

Josh era solo un par de años mayor a mí, tenía solamente 21 años, por lo que podía hablar con él de cosas actuales y sabía que él me comprendería, éramos como hermanos, casi literalmente, ya que sus padres habían muerto aproximadamente hace 5 años, cuando él tenía solamente 16, y un día llego a nuestra casa pidiendo trabajo de lo que fuera, ya que no tenía con que sobrevivir, por lo que mis padres tomaron la decisión de que viviera con nosotros, y también trabajara para nosotros, por lo que mi relación con él era fuerte y nos tratábamos como si fuéramos hermanos de sangre, lo cual para mi era fantástico al ser hija única.

Mi casi hermano había encendido la radio mientras manejaba con un poco más de velocidad, pero sin arrebasar los límites por supuesto, lo que menos necesitábamos ahorita era que nos detuvieran o multaran. En la radio sonaba música de Madonna, cantante que a ambos nos gustaba por lo que no evitamos cantar a  todo pulmón, no nos importaba hacer el ridículo mientras estuviéramos juntos.

Y solo en unos pocos segundos, nuestras vidas cambiaron. En un momento que ambos nos habíamos mirado para cantar una de las ultimas frases de la canción, cuando volteé hacía el frente, un chico en patineta salió de la nada a pocos metros en frente de nosotros, por lo que abrí mis ojos ante la sorpresa.

---¡Josh, cuidado!--- grité.

Él volvió la vista rápidamente al frente, y al ver lo que pasaba, dobló el volante tratando de evitar un accidente, mientras que aquel chico en patineta al vernos tan cerca se lanzó hacía el extremo contrario evitando ser atropellado. Pero nosotros no contamos con la misma suerte, ya que Josh perdió el control de la camioneta, haciéndonos estrellar contra un poste de electricidad, sentí mi cuerpo siendo propulsado hacía el frente, y de pronto...

No sentí nada mas.

Todo se volvió negro.

Locked of the Heaven | Alex; Julie and the phantomsWhere stories live. Discover now