Memorias de Xanardul: Las escogidas [#1]

64.- Más allá de la luz [Final]

Las costas de Tyrynar no habían cambiado en absoluto. Al menos la parte alejada de bullicio del balneario. Los puertos ilegales seguían siendo los mismos, tal vez algo más sucios que la última vez que estuvo por allí. La ciudad, en cambio, había crecido de tal forma que se le hizo irreconocible.

Charsel y Lev bajaron juntos del Espectro. Los demás se fueron aparte, tenían transacciones comerciales de las que ocuparse. El capitán, por supuesto, ni siquiera se asomó fuera del barco. Muchos se la tenían jurada en las costas, y aunque gustosos hacían negocios con los piratas del Espectro, el precio por la captura de tan avezado criminal de los mares era una tentación demasiado grande para que las lealtades de sus socios terrestres se mantuvieran intactas. Charsel no se lo reprochaba. Grigor solo pisaba las tierras de Ursova, de Anglia no quería saber nada. Podía entrar, después de todo había nacido en el continente. O al menos eso era lo que les decía a todos.

Pero ellos no estaban allí para representar al pirata en algún negocio. Lev lo acompañaba para buscar información, pues necesitaban saber si habían llegado a la costa demasiado tarde. Y la respuesta fue que sí, al menos una parte de la misión estaba perdida. ¿Acaso la vida no le habían enseñado que los tiempos del Dán eran distintos? Distintos e indescifrables, pues buena parte del camino pensaron que la prioridad era llegar a tierra firme para rescatar a Aurea. Y de pronto se enteró lo equivocados que estuvieron.

"Aparece una bruja Asarlaí después de cien años"

"La luz volvió para salvar a Etrica de las tinieblas"

"Bruja Asarlaí y una bruja cazadora frustran un ataque de Nigromante"

"Conoce más de Aurea Cardini, la nueva bruja sensación de Etrica"

"Aurea Cardini, la bruja que todos debemos conocer"

"Abish Grimm, de cazadora a bruja elemental. Entérate de todo aquí"

"Abish y Aurea, un buen equipo... ¿O algo más? Te contamos los detalles"

—Ah, con este sí se pasaron —comentó Lev con gracia mientras veía la foto de aquella revista sensacionalista. Esas que al norte ni llegaban, y él casi había olvidado su existencia—. Si apenas se están mirando, no creo nada hasta ver la foto del beso.

—¿Puedes dejarme ver a mi hija en paz por un momento? Gracias —le pidió, y aunque no quiso sonar severo, por el gesto culpable de Lev se dio cuenta que se pasó un poco—. Lo siento, no quise...

—No, tranquilo. Tómate tu tiempo. Yo me voy a leer el chisme —contestó, y volvió a sonreír con cinismo. Tan igual a su viejo amigo Greg.

Los puestos de periódicos y revistas de la ciudad más bulliciosa y artística de Anglia se habían empapelado con el rostro de su pequeña. Fotos de ella con su uniforme de bruja, o con un vestido ceremonial de las Fiurt. La foto de la que Lev habló fue una en la que estaba parada al lado de Abish Grimm, las dos mirándose de lado, y a juzgar por la postura, diría que al momento de la foto se sintieron nerviosas. Y aunque al inicio le asustó ver a su hija en todos lados, cuando se dedicó mucho tiempo a esconderla, tal vez era mejor convencerse que ya era tarde para lamentarse. Pasó lo que tenía que pasar, y no le quedaba de otra que sonreír viendo las últimas imágenes de su pequeña.