Memorias de Xanardul: Las escogidas [#1]

Top 10 Mejores momentos

¡Buenas, buenas! Hice el conteo respectivo, y acá vengo con el Top 10 de los mejores momentos de Memorias de Xanadul I. Los más iconicos, emocionantes, dramáticos, lacrimógenos, shuuk, entre otros adjetivos xd 

Porque los eligieron, si no les gusta, se matan entre ustedes xddd Acá vamos. 

Arrancamos el ranking con toda violencia... Literal XD El libro de Blake Ormavus era importante para los licántropos, y estaban dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias para conseguirlo. La subasta era la mejor oportunidad para eso... Pero a la luna roja no le pareció buena idea XD Así que el momento llegó con una pelea entre Noah y Velimir, personajes que desde su primer encuentro se querían dar... Puñetes xd Recordemos este momento que Sarenne tuvo que vivir con los chicos de la librería.

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Pero el escándalo la despertó otra vez a la realidad. Se dio cuenta que quien entró como todo un salvaje fue un lobo enorme. Un licántropo. El lobo se había lanzado al ataque del gobernador, y lo detuvo justo a tiempo. Antes de que Velimir Seymur llegara a ella y la mordiera. Porque sí, ya no podía negarlo más, y tendría que asimilarlo pronto. Él no era humano, ya todo lo delataba. Los ojos, su rostro monstruoso, aquellos colmillos tan grandes que parecían capaces de destrozar cualquier cosa que se pusiera en su camino. El lobo y el vampiro estaban luchando en el despacho del gobernador, y los dos hacían gala de tal fiereza que ella estuvo segura de que iban a matarse.

Sarenne se arrastró a un lado con esfuerzo, buscando un lugar donde esconderse. Pero no había forma, esos dos acabarían matándola. Todo su cuerpo temblaba de miedo, de ese horror de saber que tu vida se iba a terminar pronto y de la peor manera. O eso pensó, hasta que el vampiro ganó la ventaja por unos segundos. Cogió al lobo del cuello, este se sacudió, pero Velimir lo asfixiaba. Antes que lo mordiera, el vampiro lo arrojó a un lado fuera del despacho, y no por la puerta. Su golpe acabó rompiendo la pared que daba al pasillo. Sin dudarlo, Velimir salió tras el lobo. Y el despacho al fin estaba a solas. Tenía que irse pronto de allí.

Se puso de pie, y de lo nerviosa que estaba temió tropezarse. La pelea entre esos dos parecía interminable, con movimientos tan rápidos y precisos que se le hacía difícil definir quién iba ganando. Tenía que alejarse de ellos, pero estos bloqueaban la salida, y no podía ir más lejos. Al salir del despacho y mirar a un lado vio un enorme mueble de madera tallada, y tras este, bien escondidos, estaban Marcio y Sasha. Al verla, ambos le hicieron señas desesperadas para que se acercase, y eso hizo. Corrió como pudo, tropezó y se arrastró hasta ellos. Al menos eso le daba una falsa ilusión de protección. Lamentablemente era lo mejor que tenían.

—Rayos, estás sangrando...—murmuró Marcio. Sin pensárselo se quitó el saco y envolvió su brazo con este—. Pésima idea para sangrar con el gobernador-vampiro al frente.

—¿Lo reconocieron? —Preguntó, y estos asintieron.

—¿No escuchaste nuestros gritos de histeria? —le dijo Sasha y ella negó con la cabeza—. Mejor.