Capítulo 8

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Tom

Hubiera querido llegar a tiempo a la clase de historia para poder sentarme detrás de Adaline, pero no fue posible, mis abuelos vinieron de visita a Oxford y terminamos visitando la casa de campo que tienen así que no pude ver a Adaline y cuando llegamos el domingo era muy tarde para visitar a una señorita. En comparación ahora había llegado tarde y había alcanzado lugar tres asientos después, movía mi cabeza a un lado para mirar cómo le caía el cabello sobre el hombro, como acomodaba los mechones detrás de su oreja y entonces la yema de sus dedos rozaba ese pedazo de piel en su cuello, donde la había besado este fin de semana. No podía dejar de pensar en ello, ni ese día al llegar a casa, ni al día siguiente mientras tomábamos el té en mi casa, ni todo el tiempo que pase en el lago o en la lancha pescando con mi abuelo, todo era sobre ella, el interruptor en mi cabeza había cambiado por completo, ahora cada que veía su cara, su sonrisa, veía su rostro sonrosado después de besarnos y recordaba la suavidad de la piel de su glúteo, como de terciopelo y el fino encaje de unas pantaletas. La tumescencia en mi entrepierna apenas y me había dejado en paz ¿Qué tenía que hacer para estar a solas con ella hoy? ¿Cuánto tendría que esperar para darle un beso, o un poco más que eso?

-Hiddleston ¿Está poniendo atención?- un par de risitas se escucharon en el aula y Adaline se volvió a mirarme, me hizo sentir nervioso.- ¿Esta en la clase?- volvió a preguntar la profesora mientras me miraba atentamente.

-Amm... Si.- conteste nervioso pues no tenía idea de que estaba hablando.

-¿De que hablábamos?-insistió la profesora a sabiendas de que yo no sabía ni pio de la clase.

-¿De la fragmentación de la corona británica y la iglesia católica?- conteste con otra pregunta que apenas y había podido farfullar.

-Hablamos de eso la semana pasada Señor Hiddleston ¿Alguien puede recordarle cual es el tema de la clase?-miro a todo el grupo y yo sentí deseos de hundirme en el pupitre, avergonzado.

- Estábamos hablando sobre el ascenso como monarca de Eduardo Vl, quien fuere el sucesor de Enrique Octavo, Enrique, fue quien rompió con la iglesia Católica y quien unió a Inglaterra con Gales.- con solo escuchar la manera en que carraspeo antes de comenzar a hablar supe que iba a pavonearse al contestar, de hecho era muy valiente para ella, participar así como así, ella solo respondía si el Profesor le preguntaba directamente, esto lo hacía para molestar o escarmentarme a mí por no prestar atención, directamente a mí.

-Gracias, señorita Maxwell.-La profesora suspiro.- Señor Hiddleston, despabílese y ponga atención.- asentí y me acomode en el asiento, ella se giro para mirarme sacando sus piernas del pupitre y yo volví a distraerme por la forma en que la falda de tablones a cuadros azules caía sobre sus muslos y la forma en que sus pantorrillas eran abrazadas por sus medias negras. Estaba loco, perdido.

Estuve tan ansioso el resto de la clase que no dejaba de tamborilear mi pierna sobre el suelo, cuando timbraron me levante rápido para alcanzar a Adaline y al tonto de enfrente se le cayeron los libros, todos ellos, se hinco en el suelo obstruyendo el estrecho camino.

-¿Necesitas ayuda Joe?- pregunte evitando chasquear mis dientes.

-Para nada lo tengo todo bajo control, Thomas.- entonces su lentes cayeron al suelo y los pocos libros que ya había levantado volvieron a caer. Me hinque en el suelo y le di sus anteojos, apile sus libros y los metí en su mochila, la cerré, me dio un poco de pena haber parecido quizás un poco brusco.

-Gracias Tom.- dijo mirándome con su cara de bobo, le sonreí y le di una palmada en el hombro.

-No te ofendas, pero voy a pasar encima de ti ¿Ok?- El asintió y pase mi pierna por encima de su espalda, casi en un brinco.

When we were youngWhere stories live. Discover now