Capítulo 11

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Tom.

El despertar sexual adolescente había sido el descubrimiento del momento, pronto las vacaciones de navidad empezaron. Los padres de Adaline estaban ocupados una gran parte del tiempo y Adaline en un impulso de rebeldía había convenido utilizarlo a nuestro favor, cuando se podía me infiltraba en su habitación y cuando no, los toques de queda si habían vuelto casi inexistentes, no es que no llegásemos nunca a casa, pero no nos preocupaba mucho llegar temprano. Habíamos ido a patinar en el lago congelado, en realidad Adaline no patinaba, dejaba que yo la guiara por el lado más grueso de nuestra improvisada pista, hacíamos peleas de nieve con el resto de parejillas del grupo y luego corríamos a la casa sola y abandonada de Roger cuyos padres seguían sin hacer apariciones aun en estas fechas, Nos dábamos calor prendiendo la chimenea, robando el vodka de nuestros padres o comprando vino tinto barato para beber caliente, fumábamos marihuana de vez en cuando y después de cierto momento cada quien buscaba el calor de su cada cual. Adaline se había vuelto lo suficiente desinhibida para aceptar que cada pareja tuviera sexo en una habitación de la casa, pero no tanto como para acariciarnos frente a todos ellos como si nada. Buscábamos una habitación sola y a oscuras nos desvestíamos temblosos para hacer el amor, experimentando como siempre porque aún nos faltaban tantas cosas por hacer. Me lo chupo por primera vez en el estacionamiento de un auto cinema y se puso roja cuando salimos de ahí como si alguien nos hubiese visto hacerlo, todos estaban ahí por la misma razón. Adaline aprendió a conducir aun cuando la nieve y los caminos mojados podrían haber asustado a cualquiera.

Por suerte para nosotros, esta navidad me tocaba pasarla en casa, la invitaba ciertos días a mi casa, donde le ayudaba a mi madre a preparar postres y galletas, mi hermana menor le había regalado un brazalete y la mayor un poco mas recelosa había comenzado a tomarle afecto.

Nos escabullíamos a mi habitación si mi madre y mis hermanas salían por un momento a comprar algo a la tienda. Hacíamos lo que podíamos mientras pudiéramos. No me cansaba de buscarla y ella no dejaba de sorprenderme. Tan propia y elegante frente a todos y tan entregada conmigo. Para navidad, cada quien tenía visitas, sus abuelos habían venido y los míos también pero igual encontré la manera de verla.

Le lleve un regalo, un guardapelo en forma de corazón, era de oro y había usado una buena parte de mis ahorros en él, pero no me importo. La cara se le ilumino cuando lo vio y todo valió la pena. Ella me entrego una caja de regalo, dentro tenía un portarretratos con una fotografía nuestra y una bufanda a rayas azules y grises que ella había tejido con las enseñanzas de su abuela.

Hoy, el ultimo día de vacaciones y habíamos ido a tomar café, Chas, Patrick y nosotros había nevado ayer pero hoy había comenzado el deshielo y hacia un poco más de frio, todos teníamos las caras duras y rosadas.

Adaline y yo llevábamos nuestras manos metidas en el bolsillo de mi chaqueta, aunque cada quien traía sus propios guantes. En la cafetería había poca gente a pesar de que se antojaba bastante estar dentro, aunque más bien el resto de las personas estaban en sus propios hogares, recostados plácidamente o leyendo un libro calentándose los pies en la chimenea. Chas se levantó y puso algo de música en una vieja Rockola que estaba más bien olvidada en un rincón. Chas comenzó a bailar y obligo a Patrick a levantarse. Dudaba incluso que conocieran la canción, se llamaba Earth Ángel.

Mire a Adaline, sentada con las piernas cruzadas y bebiendo su café mientras leía un periódico, soltó ambas cosas y le dio una mordida al bísquet con mantequilla y mermelada de uva, se llenó las comisuras de los labios con mermelada y yo me sonreí.

When we were youngTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang