When we were young

Capítulo 16

Cuando llegue a Casa era demasiado tarde, pero el domingo casi después de desayunar Tom llego a mi casa, saludando con alegría como de costumbre y pidiéndole permiso a mi padre para que saliéramos a pasear. Subí por mi chamarra, me la puse encima y cargue en mi mano la chamarra que él había dejado olvidada aquí en casa el día de su cumpleaños.

Salí corriendo de la casa junto con él, saltando a sus brazos en la primera oportunidad y el me abrazo con tanta fuerza que me hizo girar mientras nos abrazábamos y mis pies flotaban en el aire. Nos tropezamos un poco cuando volvimos a pisar el suelo y nos besamos con rapidez para volver a correr hacia el auto, comenzó a conducir, pero en la parte de atrás llevaba una mochila y una canasta.

-¿Qué es todo esto?- pregunte mientras me sentaba y me ponía el cinturón de seguridad.

-Un pequeño picnic, para que me cuentes todo lo que paso en New Haven.- se volvió al frente y si
, para salir de mi casa.

-Acabo de desayunar, no podría comer algo más.- conteste mientras me ponía su chamarra en las piernas el dio un vistazo para verla y siguió conduciendo.

-Bueno podemos hablar y después comer ¡Oye! Estuve preguntándome todo este tiempo en donde estaba mi chamarra.- exclamo con una sonrisa en los labios y entonces me estire para besarle la mejilla.

Nos enfrascamos en una discusión trivial y divertida sobre la chamarra y el aparente robo que yo había cometido, no tardamos mucho en llegar al lugar donde él había planeado el picnic, las orillas del rio Cherwell, bajo un árbol, en la ciudad pero no precisamente concurrido a estas horas de la mañana. Abrió la mochila y saco una manta con la que cubrió el pasto, revisando antes que el lugar seleccionado no estuviese plagado de hormigas o bichitos. Me quede mirando como el extendía la mantita a cuadros, se sentaba sobre sus rodillas y comenzaba a sacar las cosas de una canasta, abría el tuper con varios sandwichitos y los ponía sobre un bonito plato de plástico que tenía unos dibujitos con motivos florales, siguió acomodando un poco de fruta, frituras y por ultimo unas sodas y aguas minerales. Suspiro y se volvió a mirarme sonriente con las manos apoyadas en sus rodillas

-¿No vas a sentarte?- asentí casi de inmediato sentándome sobre mis pantorrillas.

-¿Tu hiciste todo esto?- hizo una mueca burlona y se aguantó la risa.

-Con algo de ayuda.- ambos nos reímos, me ofreció una soda, pero solo acepte un agua mineral.- Entonces... ¿Qué tal estaba Yale?- sonreí pero enseguida me cambio la cara, incomoda cuando no sentía que no podía encontrar las palabras para describírselo sin desmerecer todo lo que habíamos vivido en Cambridge.

-Bueno pues, estuvo bien.- musite a secas, llevándome la botella de agua burbujeante con prisa a la boca, intentando beber de ella para darme tiempo de pensar bien lo que iba a decir.

-Adaline, sin miedo, cuéntamelo todo.- Tom enseguida lo noto y la sonrisa se le borro del rostro, supo que las noticias que traía desde el otro lado del mundo eran buenas y prometedoras. Volvió a intentar sonreír, pero la cara de preocupación no se le quitó de encima. Pero tenía razón, no podía contarle verdades a medias u ocultar cosas. Nosotros no éramos así.

-Fue encantador Tom.- mencione en un principio con cierto tono de melancolía, dejando la botella de agua mineral entre mis piernas.- Mi entrevista fue tan estimulante y conocí personas muy cálidas.-trago saliva y su mandíbula se tenso, remarcando esa filosa línea que delimitaba su cara.

Comencé a explicarle todo eso y después de un momento terminamos acostados sobre la manta, con mi cabeza hundida en su pecho mientras entraba en detalles sobre todo, desde el momento en que puse un pie afuera del avión hasta que deje los dormitorios. Le conté sobre Roxanne, su dulzura y la amabilidad con la que me había tratado cuando estaba con ella, como me presento a sus amigos, lo bien que lo pase en el bar, Los comentarios de Samuel intentando hacerse el gracioso haciéndome creer que él era idiota y después demostrándome que no era tan bruto como parecía.