❇CAPÍTULO 10

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—Es un maldito cabrón. Tiene suerte de estar como quiere, porque sino nadie lo miraría.

—A veces pienso que tu deberías ser omega, no yo.

Luego de su "conversación" con Yoongi ambos amigos salieron al jardín del colegio, se recostaron en una pared y sacaron sus respectivos zumitos de naranja. Acompañados con las galletas que JungKook solía hornear.

—Yo no podría ser omega, tendría que estar todo el tiempo cuidandome para no salir embarazado y no podría coger tanto como cojo.

—Eres un asqueroso.

—Pero me amas así —dijo el pelirosa mientras le pellizcaba una mejilla llena de migas-—¿Sigues triste? ¿Quieres que valla y lo golpee? Quizás no pueda ganarle, pero al menos le dejaré un ojo chusco.

—Estoy bien, no me importa lo que diga Yoongi. Es más, me alegra que él sea indiferente a mi vida. Lo que no me gusta es que finjas interesarte en mi frente a él.

—Pero Chim, es un estúpido troglodita, se merece saber que si no reacciona va a perderte.

—Él no me tiene, además... —dijo bajando su mirada.  —Yo no quiero ningún alfa.

—Eso no te lo crees ni tu.

El alfa recibió un golpe en su abdomen y ni siquiera se inmutó.

—¿Qué mierda de ejercicios haces para tener ese abdomen tan duro? —dijo pinchando dicha zona. —Yo no quiero un alfa, no ahora, no después.

—Pero jamás te vi con algún omega o beta, es obvio que te gustan los alfas. Ahora que sabes lo que eres tienes vía libre, y si ese blanquito no piensa follarte, debes buscar a otro que sí.

Otro zape impactó en la cabeza pelirosa.

—No necesito, ni quiero, que me follen. Además, ¿se te olvida que intenté cortejar a TaeHyung?

JungKook asintió de mala gana, aquel tema cosquilleaba de forma molesta en su interior. De cierta manera sintió alivio al recordar que su amigo era otro omega. No tenía que preocuparse, de lo que fuera que se preocupara.

—La palabra intentar es el eufemismo del siglo. Ese chico ni te miraba¿Hablaste con él luego de presentarte?

—Nop, tampoco es que mi lobo me halla dado tregua, he estado ocupado persiguiendo/huyendo del estúpido de Min.

—Y tocándote, que sé que lo has hecho y bastante.

Jimin levantó la mano, pero esta no impactó sobre el alfa.

—Ni siquiera voy a pegarte, no te lo mereces.

—¿Por qué seré así? La suerte es que también estoy bueno. En fin, mi clase de deportes comienza en media hora, me gusta llegar antes para hacer unos abdominales y estar bien marcado para las nenas. ¿Vas a estar bien?

—Si rosita, tu amigo va a estar bien, o sea, no creo que otro periodo de crisis pueda empeorar algo. Puedes irte a pecar en paz.

—Amen.

Jimin vio como su amigo se alejaba y finalmente se permitió liberar el aire que contenía. Joder. Lo que ese imbécil le había soltado sobre no importarle su vida sí le importado.

Y mucho.

Su estúpido lobo estaba por el piso. Además de que la dosis de inhibidores que había ingerido surtió efecto, su recién presentado lobo estaba casi desaparecido.

Ahora sabía algunos tips sobre su otra parte. Primero, era un calenturiento. Segundo, las galletas con zumo de naranja eran un asco. Tercero, las palabras de ese insensible alfa de cuarta eran importantes para él.

Skin to Skin. ©YoonMin Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon