❇CAPÍTULO 6

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TaeHyung se enteró de la noticia esa misma noche.

Jimin había presentado como omega en medio de su fiesta de cumpleaños número veinte.

Nadie tuvo que decirle, lo supo en cuanto vio a Min Yoongi bajar las escaleras completamente alterado, con  pupilas reventadas y olor dulce.

Era obvio a quién olía, como era obvio que él desencadenaría la presentación del otro. No sabe explicarse, pero siempre sospechó que Jimin pertenecería a su propia casta, a pesar de la demora.

Suspiró.

Por lo menos ya no tendría que soportar a Park pidiéndole ser su omega, lo cual era bastante molesto. Ahora podría dedicarse a seguir su plan original de conquista.

Plan que tenía como único objetivo a Jeon JungKook.

Y es que, al omega de TaeHyung, aquel alfa de pelo rosa le parecía el complemento perfecto. Se le antojaba como su ideal compañero de vida y el padre de sus cachorros. Podía visualizarse incluso sosteniendo su mano durante la vejez. Piensa tanto en el jodido alfa que, si tiene que ser sincero y ahora que nadie lo oye, debe admitir que se siente sorprendido de sus propios pensamientos. Pensamientos que, a veces, no eran del todo puros.

«Dios, ¿qué creería mi abuela

Se sentía estúpido y patético, pero no había forma de evitarlo. Después de descubrir su enamoramiento intentó ignorarlo y terminó aun más obsesionado con Jeon. Incluso se había  terminado pintando el cabello de un color semejante al del alfa. Quería lucir todo lo tierno que pudiera para su alfa, y su omega no parece tener límites.

Quería verse confiable y preparado, verse digno para él, pero todo se fue a la mierda cuando Park se le declaró y comenzó casi que un cortejo. Sabía que era imposible que JungKook lo aceptara si era el objeto de deseo de su mejor amigo.

¿Pero qué podía hacer?

Luego de dos años en aquella situación las cosas estaban a su favor. El estorbo de Park era un omega y finalmente se daría cuenta que amaba a Gasparín el alfa, Jeon había roto con la estúpida de piernas largas y él estaba (según palabras de su adorada abuelita) "más bonito que nunca."

Era su momento.

Y las estrellas parecieron alinearse a su favor cuando vio a el alfa de sus sueños caminando solo por uno de los jardines del campus.

Era un fenómeno aquello.

Jeon JungKook s o l o en plena tarde, sin un séquito de omegas prendida de cada brazo.

Obviamente TaeHyung se le acercó.

—Jeon JungKook.

—Hola, hyung. —el alfa pelirosa lo miró extrañado. Quizás debido a que TaeHyung jamás se le acercaba tanto o porque el susodicho traía todo el aire de Presidente Estudiantil. —¿Hice algo malo? Juro que no estaba corriendo, lo prometo.

El omega siente su rostro ruborizarse y niega.  —N-no. No te estoy reprendiendo. Digo..., y-yo quería ddecirte que...

—¡¡JUNGKOOK!! ¡¡YA VA A COMENZAR EL PARTIDO!!

El alfa volvió su vista a las gradas del gimnasio al aire libre y saludó alegremente a un grupo de chicos que gritaban su nombre. Solo  entonces TaeHyung se percató en que el más joven traía un entalladísimo uniforme de baloncesto.

—Hyung, lo lamento. —JungKook se disculpó con una reverencia. —Tengo que irme. Podemos hablar después ¿no?

—Sí, por supuesto. Después-... —TaeHyung vio como el otro se alejaba trotando hacia el área deportiva y los otros alfas uniformados. —Buena suerte.

Skin to Skin. ©YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora