Skin to Skin. ©YoonMin

❇CAPÍTULO 21

Es demasiado bueno para ser cierto.

La madrugada estaba muy avanzada, la temperatura se había establecido fría y, a pesar de eso, dos cuerpos seguían moviéndose furiosamente sobre la cama.

Jimin había dormido menos de una hora la primera vez que lo anudó, y despertó deseoso, chupando al alfa para que despertara. En realidad no hacía falta que Jimin lo hiciera, Yoongi prácticamente podía ver su necesidad, pero siempre era bueno. La boca de Jimin era, de lejos, lo mejor que había probado.

Así que lo tomó, sobre sus manos y rodillas, mientras empujaba duro contra su próstata. Jimin a penas y podía hablar, dócil y sumiso, aceptando todo lo que el alfa hiciera siempre y cuando lo anudara. Y él lo anudó, arrancándole otros tres orgasmos al omega, y permanecieron abrazados por dos horas hasta que el celo volvió a azotarlo.

El intervalo entre la cuarta y la quinta ronda fue el mas incómodo. Jimin estaba prácticamente inconsciente, y Yoongi sabía que tenía que aprovechar ese tiempo para buscar agua y comida, pero no era tonto. Era muy probable que los padres, la hermana y hasta el abuelo Park los hubieran oído anoche. Eso no le preocupó mientras se lo follaba, pero de ahí a bajar y saludarlos era otro tema.

La puerta de la habitación sonó, y Yoongi tuvo que soltar su abrazo posesivo sobre Jimin, no sin taparlo completamente antes. Caminó hacia la puerta, completamente desnudo, deseoso de arrancarle la cabeza al que se atrevía molestar en su nido.

¿Era tonto? Sí.

Pero Yoongi intentó ser racional y vestirse, y terminó tirando su propio abrigo por la ventana. No estaba orgulloso de eso.

Abrió la puerta y se tropezó con la horrorizada expresión de Rosé.

—¡Dios! ¡Ponte algo encima! —gritó agudamente —Si hubiera dejado que mis padres subieran a traerles comida, mi padre te hubiera arrancado los ojos.

La omega traía una especie de canasto, con lo que parecían ser frutas y barras proteicas, y cuatro botellas de agua.

—No puedes dejar que Jimin se deshidrate. Sé que te dirá que solo necesita el nudo, pero es humano. Si pasa mucho tiempo sin comer o beber, vas a tener que llevar a tu omega en celo al hospital. ¿Quieres eso?

Yoongi gruñó como respuesta. Se dio cuenta que se le hacía difícil pronunciar algo, su lobo estaba muy presente, y le impedía preguntar o hablar si quiera con la omega.

—¿Él está bien?

El movimiento de Rosé intentando ver el interior de la habitación lo alarmó. Prácticamente cerró la puerta, manteniendo solo su cara y un brazo fuera. Era estúpido, pero no quería que nadie viera a Jimin en ese estado, solo él.

—Ok, entendí. No le haré daño, solo quiero saber si está bien.

«Quieren llevárselo, lo quieren apartar de ti. Se lo llevarán.»

—No —su voz de mando salió de forma natural, se sentía amenazado, incluso por una omega.

No quería que nadie entrara allí, nadie podía entrar. Iban a quitárselo, joder, querían quitarle al omega. No lo dejarían ayudarle.

—Calma Yoongi, no quiero quitartelo.

—Nadie va a quitarmelo.

Rosé estaba retorciéndose de incomodidad ante su voz, y él se sentía culpable, pero no había de otra. Nadie entraría, ni saldría de esa habitación.

—Toma— la omega rubia extendío la canasta hacia él — Yoongi...solo, no lo marques ¿bien? Ahora mismo no eres tu al ciento por ciento, pero cuando termine su celo, no sabemos por donde andarán tus pensamientos. Tu no puedes darle mas, y yo respeto eso. Pero mi hermano no se merece menos que lo mejor.