Skin to Skin. ©YoonMin

❇CAPÍTULO 19

Un mes después

El sol le daba en los ojos. Cuando  se recostó bajo el árbol, el sol estaba lejos de dar allí. ¿Cuánto tiempo había dormido esta vez?
Posiblemente varias horas, y seguro había perdido el turno de la tarde, que era una clase obligatoria.
Debería estar preocupado, pero no sentía nada. Últimamente todo le daba igual. Ya se inventaría una excusa luego.

Solo subió su brazo y tapó sus ojos con él, necesitaba dormir. Dormir era el único momento en que su otra mitad le daba una tregua.

—¿¡Como puedes dormirte bajo el sol!? Vas a quemarte la piel y parecerás langosta.

Mierda, Hoseok.

— ¿Seguirás siendo mi amigo después de volverme una langosta?

—Yo no soy amigo de cualquier cosa mas roja que mi pelo. El rojo de mi pelo es el límite saludable, y si sigues allí vas a pasarte de tono.

Yoongi hizo una mueca torcida, lo más cercano a una sonrisa de todo el día, y se sentó para mirar a su amigo.

Hoseok era mas brillante que el puñetero sol, con su boca acorazonada y su pelo casi fosforescente. Un escándalo de chico, que tenia mas energía que un cachorro alfa, y mas encanto que el mejor omega. Porque todos los que decían que los betas eran poco especiales, no conocían a Hoseok.

— ¿Te volviste a saltar la clase?

—Ni siquiera sé que hora es — murmuró el alfa, pasando su mano por toda su cara, eliminando cualquier marca de sueño que podía quedarle. — ¿Ya terminó el almuerzo?

—¿Almuerzo? — sonrió el beta— ya son las cuatro, dentro de poco tenemos entrenamiento de fútbol, y como eres el capitán, supongo que seas un poquito necesario.

Entonces llevaba 5 horas durmiendo, no era su mejor récord, sin embargo.

— ¿Sigues con los problemas de insomnio?

El alfa asintió. Dormir se estaba volviendo un imposible desde hace poco mas de un mes. Desde que su pequeño juego a dos puntas se reveló, y tuvo que escoger. Escoger tampoco era la palabra adecuada, no si había solo una opción.

Había escogido lo racional, lo que su cabeza le dictó, lo que quería para su futuro antes de saber que tenía un destinado. Escogió su  boleto seguro.

—Mi lobo no me deja dormir. —dijo —No cuando estoy en casa, así que, aprovechó la noche para estudiar un poco y..., duermo aquí.

—No creo que tu madre esté de acuerdo conque su cachorrito esté siendo tan irresponsable.

El tono de Hoseok era burlón, pero la verdad era que si su madre lo agarraba no estaría feliz. No había bajado ninguna nota, todavía, pero su rendimiento deportivo estaba bajando un poco. Sobretodo porque la energía que caracterizaba a los alfas parecía haber desaparecido.

Sus compañeros de equipo bromeaban sobre como Jennie estaba dejándolo sin batería. Era irrisorio. Y un poquito retorcido, teniendo en cuenta que la propia Jennie era la más perjudicada por su falta de energía y ganas de hacer, literalmente, cualquier cosa. Eso había sido motivo de su primera pelea, y de la segunda también. Sin embargo, de alguna manera, se había tragado la historia de que el deporte lo estaba agotando.

Una mentira podía mantener a flote a la otra.

La verdad, era otro tema.

—A mis padres ni siquiera le gusta mi carrera. Querían que estudiara algo para la empresa, pero no voy a sacrificarme si, al final, mi hermana es la que será presidenta.