Skin to Skin. ©YoonMin

❇CAPÍTULO 14

Jimin no iba a ir. No importa lo tentador que sonara.

No iría.

Salvo que cuando dieron las 10, su omega comenzó a aullar de emoción y él decidió correr a bañarse. Luego su omega exigió que él se pusiera de sus mejores cremas y perfumes.

Después Jimin pensó que sería tonto no combinar su esfuerzo con una ropa bonita, así fue como terminó usando uno de sus ceñidos pantalones negros y un suéter blanco de cuello alto, que lo hacía ver como un pequeño pecado andante.

Eran las 10:45 de la noche cuando Jimin bajaba las escaleras de su casa, jurándose a si mismo que solo quería un vaso de agua. Aunque 10 minutos después atravesaba el jardín delantero de los Min.

Fue una vergüenza que el portero sonriera al permitirle pasar. Y aun mas penoso que Yoongi estuviera esperándolo en la entrada de la blanca mansión.

—Cinco minutos antes— dijo el alfa con una sonrisa que no escapó a los ojos de Jimin.— Alguien está ansioso por empezar.

—Es cortesía llegar puntual.

—Por supuesto. ¿Subimos?

—A menos que quieras hacerlo aquí.

—Jims, hoy casi te doy un orgasmo en pleno pasillo. Puedo hacerlo en mi puerta de entrada.

Jimin golpeó con su pequeño puño el pecho del contrario, sacando una risa de este.

—Eres tierno Chim.

La mirada del omega encontró a la sonriente del alfa, y se encontró a si mismo acariciando la zona que antes golpeó. Un poco perdido.

—¿Subimos?— se repitió Jimin.

—Sí

[[...]]

—Comienza quitándote la ropa.

—¿¡Disculpa!?— gritó Jimin.

—Supongo que sabes que tienes que desnudarte para lo que vamos a hacer. Eres virgen, no imbécil. —Yoongi soltó una pequeña carcajada— Oh, lo olvidé. Si eres imbécil.

—¿En serio piensas que me meteré a la cama contigo si discutimos?

—Tienes una tendencia a sobreexcitarte cuando discutimos. No me extrañaría si después de un poco de forcejeo te lanzas sobre mi.

—Eres un idiota Min Yoongi. No pienso seguir con esto si no eres amable conmigo. Te lo advierto.

Unos 10 minutos pasaron, aunque para un Jimin jadeante y semidesnudo sobre el regazo de un semidesnudo Yoongi, pudieron haber pasado horas.

Se había deshecho del suéter hacía varios minutos y, prácticamente, había arrancado  el abrigo que antes traía el alfa.

Mientras  Jimin se perdían, aún con torpeza, en la boca del otro, el mayor ocupaba la provechosa posición para acariciar toda la espalda y el abdomen del omega sentado sobre él.

—Ngh, n-no hagas eso. —comenzó a quejarse el rubio ante las dedos del alfa que acariciaban sus sensibles y pequeños pezones, haciendo un rosado puchero que Yoongi besó.

—¿No te gusta que los toque?

—No es eso, es que...., eres tosco cuando lo haces, y yo soy.... sensible ahí.

—¿Quieres que use mi lengua?

Jimin se tornó de un rosado aún mas intenso, y el contrario pudo captar la vergüenza en su aroma. Vergüenza ligada a tanta necesidad y lujuria, que el alfa gruñó complacido.