❇CAPÍTULO 13

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No fue tan difícil para Jimin, siendo el centro de los chismes del campus, usar la escusa de su reciente presentación para escabullirse.

Llegaba a oscuras, prácticamente de primero. Tomaba las clases en el orden que le parecía y, a las 11 de la mañana, alegaba que se sentía mal. Recogía todo y esperaba que su amigo alfa, cofcofJungKookcofcof, lo ayudara a salir sin ser visto por Yoongi.

Cuando transcurrieron dos semana Jimin estaba convencido de que era un genio.

No lo había visto ni una sola vez, no sentía su olor, nadie se lo mencionaba, Yoongi estaba por completo fuera de su vida.

¡Qué iluso!

Sabía que no quería encontrar a Min, lo sabía. Pero su lobo no.
Había soportado los primeros dos días bien, pero al tercero comenzaron los problemas.

Su estúpido, tonto e inmaduro omega, lo despertaba en la madrugada y lo hacía chillar desesperado, llamando al otro imbécil. Luego lo hacía permanecer atento todo el jodido día, tan atento e hiperquinetico como un niño que se comió 4 paquetes de galletas extradulces.
Por la tarde se quedaba dormido hasta en el baño, y luego, sobre las 3 am comenzaba el proceso.

Pero su estúpido horario no era lo peor. No, ojalá fuera lo peor.

En esas dos semanas, su omega había decidido salir a flote casi en su totalidad. Según JungKook, ese proceso llevaba unos dos meses sucediendo, pero se había hecho evidente esas ultimas semanas. Para resumir, Jimin sentía que se estaba pareciendo demasiado a una Kardashian. A él no le gustaba aquello.

Pero Minnie parecía no quedar satisfecho, y cada día lograba alterar otro poco el aspecto de Park Jimin. Había comenzado con una inocente perdida de masa muscular, luego un ligero aumento en la zona de atrás, luego su cintura comenzó a estrecharse y sus cadera se ampliaron, después fue su pelo, su piel, ahora era su voz.

Es cierto que no eran cambios bruscos. Jimin era consciente que su culo siempre fue grande y que su voz no era la del macho azotador que él esperaba ser. Pero cuando juntabas todo era ..., llamativo, quizás demasiado.

No lograba caminar dos pasos sin que la mirada de algún estúpido alfa lo devorara. Se sentía como un pedazo de carne, y ese era un mal sentimiento.

Pensó usar ropa ancha, pero su omega odiaba esa mierda. Vale, sí se ponía suéteres con tres tallas por encima, pero los remataba con un pantalón estrecho que marcara todo lo que había que marcar. Su contraparte lobuna era bastante claro con su objetivo: tenia que llamar la atención de Min Yoongi. Y se estaba esforzando, pero Jimin se esforzaba el doble en huir.

Aunque a veces era difícil.

Las cosas se dificultaban cuando dependías de alguien tan poco profesional como JungKook. Ese desgraciado era el epítome de la irresponsabilidad. Como hoy, cuando se suponía que el pinky alfa le alcanzaría sus libros de biología. Se suponía, porque la realidad era que Jimin ya llevaba 5 minutos de retraso para la clase, y nada del rosita.

No debería arriesgarse, su casillero quedaba en pleno pasillo. Había muchas posibilidades de encontrar algo indeseado, algo o alguien.

Pero de nuevo, ya habían pasado unos minutos desde que comenzaría el turno. ¿Cuales eran las posibilidades de que Yoongi estuviera allí?

[[...]]

Yoongi azotó la puerta del aula al salir.

Idiotas.

¿Tenían que sacarlo del aula a penas empezar la clase? ¿Solo porque le dijo al profesor que era un imbécil frustrado con aires de grandeza? Le parecía una exageración, él no era un bocazas, ni acostumbraba faltarle el respeto a ningún superior. Era solo..., solo que quizás estos últimos días él no era él mismo.

Skin to Skin. ©YoonMin Where stories live. Discover now