❇CAPÍTULO 5

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Yoongi bajó las escaleras casi sin tocar los escalones. Sofocado y ardiendo, mientras las dolorosas punzadas se ensañaban contra su frente.

Un omega, joder. Jimin es un omega.

Su omega.

Bajó las escaleras reuniendo toda la fuerza de voluntad que poseía para no volver a subir. Sería tan fácil. No habría nadie que lo impidiera, de todas formas. Jimin no se negaría tampoco.

Podía sentir como el omega lo llamaba descaradamente y como su alfa gruñía y arrañaba su pecho por volver con el menor. La distancia se volvía dolorosa y tiraba de cada fibra de su ser para arrastrarlo de vuelta.

Las notas de vainilla suave y caramelo derretido llenaban todo, bajando hasta calentar su garganta e hirviendo en su pecho.

¿Estaba en celo ahora?

El aroma del rubio era enloquecedor y él quería sentirlo desde su fuente de nuevo. La idea de que otros alfas pudieran sentirlo también terminó por enloquecerlo.

Había que terminar aquella fiesta con urgencia.

—¿Qué mi hermano qué? —chilló Rosé, soltando su vaso en una mesa y caminando junto a Yoongi hacia el inicio de las escaleras.

—Solo saca a todos de la casa. —ordenó el alfa, mirando hacia la multitud que bailaba. —Yo me tengo que ir de aquí o voy a cometer una locura.

—¿Pero como puedes sentir el aroma de Jimin desde aquí? Acaso..., oh por dios ¡Jimin te está llamando a ti! Ustedes son des.....

—¡¡NO LO DIGAS!!

—Yoonji tuvo razón todo el tiempo.

—Solo saca a estos malditos alfas de aqui, carajo.

—Estás un poquito posesivo.¿No crees?

—Si no los sacas tu, lo hago yo.

Yoongi empujó a todos a su paso hasta llegar a la tarima donde estaba el DJ, el cual voló por los aires. Apagó la música, tiró de los cables y gritó un FUERA que hizo temblar hasta los alfas y, en menos de cinco minutos, la casa estaba vacía en su totalidad.

En cuanto cumplió su objetivo, salió corriendo hacia su propia casa. Caminó lo mas aprisa que pudo, rebasando las cinco residencias que había entre su hogar y la casa Park. Pasó rápido por frente de los guardias que custodiaban la entrada y se internó en la blanca mansión.

Su desgracia no era completa si no era presenciada por su hermana.

—Te lo dije, Yoongito.

—Vete a la mierda.

—Rosé me pasó el vídeo de ti actuando como hombre de las cavernas ¡Es muy divertido! Solo te faltó decir bunga bunga y orinar al rededor de Jimin.

—Metete el vídeo por donde quieras.

—A lo mejor lo subo a youtube.

Yoongi se volteó a mirarla y sonrió sin gracia.

—Has lo que quieras, me da lo mismo.

—En serio te afectó ¿verdad?

—Déjame solo, necesito pensar. —gruñó. —Dile a mamá que no me moleste y, por favor, no subas a mi cuarto.

Subió las escaleras de dos en dos y se encerró en su cuarto. Era imposible, pero juraría que sentía el aroma de Jimin aún más fuerte desde ahí. Se dio cuenta que traía el olor impregnado en su ropa y se desnudó para darse un baño.

Skin to Skin. ©YoonMin Where stories live. Discover now