❇CAPÍTULO 18 ~KookV~

21.2K 2.4K 839
                                    

Había pasado una hora desde el fin del horario lectivo, pero JungKook todavía deambulaba por los corredores de la facultad. Su sección en el gimnasio se había extendido y la ducha había tomado tiempo. Así que salió al pasillo prácticamente corriendo, hasta que un olor muy fuerte llamó su atención. Era un olor dulce, pero poco convencional, no supo definir si era el de un omega o un alfa muy joven.

Lo que sí era claro que, quien fuera, estaba a punto de empezar su celo o ya lo había empezado.

Decidió ignorar el aroma, pues se suponía que iría a su primera cita con TaeIl. Sería de muy mal gusto que llegara a dicha cita con el aroma a celo de otra persona.
Además, acababa de tomar una ducha en el gimnasio, si se acercaba un poco de seguro el aroma se incrustaba a él.

Así que, dispuesto a alejarse, dobló en la dirección contraria. Pero no pudo hacerlo. Su lobo se retorció dentro de él para que se acercara al lugar de donde huía. Inclusive gimoteo como cachorro para que volviera sobre sus pazos, y JungKook nunca había sido bueno para negarse a algo que su alfa quería.

Bueno, quizás sí que le negaba algo. Pero en eso era lo único por lo que no cedería.

Volvió sobre sus pazos y comenzó a olfatear el origen del aroma a naranja y una nota de maracuyá. Y, a medida que se acercaba, JungKook podía jurar no haberse sentido así de perdido nunca.

Finalmente encontró el olor mas concentrado, saliendo de uno de los salones. Su lobo aulló.

Solo tiró del pomo de la puerta y entró.

Mierda

—¿JungKook?

Mierda. Mierda. Mierda.

—H-hola hyung.

Alguien tenía que estarle jugando una broma. No podía ser cierto.

¿Por qué de los cientos de alumnos de una universidad te vienes a encontrar con la persona que quieres evitar a toda costa? Y en esas circunstancias.

Maldito destino.

—¿Qué haces aun aquí? Es tarde.

El alfa se terminó de adentrar en el salón. No pudo evitar hacerlo, su cuerpo parecía tener ideas propias.

—Hyung —murmuró. ¿Acaso el otro no se daba cuenta la manera en la que olía? —No..., no deberías estar aquí así.

—¿Así como? —preguntó el omega pelirosa.

—Estas en..., c-celo y..., se ha-hace tarde. Estás..., hueles muy fuerte.

TaeHyung se ruborizó y su aroma se tiñó de vergüenza. Con manos torpes cerró hasta arriba la cremallera de su chaqueta y bajó su mirada al suelo.

—Perdón. —susurró.

JungKook dio dos pasos hacia él.

—¿Por qué te disculpas?

—No pensé que mi aroma te molestara. La gente suele decirme que casi no sienten mi esencia, así que no uso mucho inhibidor. Perdona si te...

—¡No! —gritó el alfa, abochornado. —No me molestas. Para nada, es solo... Umh. Es tarde y no es bueno que un omega en celo esté solo a estas horas. ¿Se adelantó tu celo? ¿Por eso no tomaste inhibidores?

—Ya los tomé.

No podía ser cierto. Ningún omega olía de esa manera estando medicado. JungKook pudo olerlo fuerte y tangible desde el pasillo, y ahora que estaba allí, en la misma habitación, sentía que se asfixiaba en su aroma.

Skin to Skin. ©YoonMin Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang