❥Desconcierto❥

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Notas:

No sé exactamente que poner aquí, no sé si alguien va a leer esto... Idk

Pero bueno, solo quiero decir que en las supuestas vacaciones estuve un poco indispuesta por varias cosas, no me sentía muy inspirada por la falta de sueño y apenas que me voy recuperando ya se van a acabar las vacaciones(??

No puedo creer que ya otra vez al estudio jajaja... Ni sentí el descanso. Cha.

✎✎✎✎✎

-¡Vamos, Rob, dí algo!

El castaño retiró sus labios del popote y le miró extrañado ante la demanda.

-¿Algo?, ¿cómo qué?

-No lo sé, es incómodo, el que ninguno diga nada... No sé, platícame ¿Cómo estuvo tu día? -en aquella última pregunta su cara se mostraba extrañamente desesperada e incómoda. No estaba acostumbrado a mostrar importancia en la cotidianidad de los demás. Pero en estos momentos no se sentía capaz de hablar sin decir algo sumamente estúpido -más de lo normal- o confesar algo que delatara sus sentimientos; además de que no soportaba ese ambiente tan silencioso.

-¿Mi día? -cuestionó-. Dudo que eso realmente te importe, Gumball.

-¿Qué?, ¿por qué? -soltó aquello de golpe sin entender la reacción ajena.

-¿Qué es lo que quieres? - dejó el vaso de plástico de lado, se cruzó de brazos y le miró fijamente con algo de frustración.

-¿Por qué te portas así de repente? -frunció el ceño.

-Es lo mismo que yo me pregunto.

-¿No puedo solo ser amable contigo e invitarte a comer?

-Viniendo de cualquier persona sería normal, pero contigo...

-¿Por qué?, ¿por qué fuiste mi ex?, ¿es por eso?

-Tu ex-némesis -aclaró.

-Eso dije

El otro suspiró; sacó un billete del bolsillo de su short y lo dejó en la mesa.

-¿Qué haces? -preguntó el celeste con estupor.

-Me voy.

-¡No, espera, Rob!

×

Se apresuró a pagar la cuenta, no quería tener más problemas con Larry.

Buscó por todos los rincones del centro comercial al peculiar castaño. No estaba, seguramente ya estaba deambulando por las calles.

×

Odiaba correr, no tenía condición, su garganta dolía y su cuerpo cada segundo era más pesado. Por suerte, lo encontró.

-¡Ro... es... -ni siquiera podía terminar una palabra. Suplicaba internamente que el más alto no lo ignorara.

Trató de recuperarse y descansar, sentía que el corazón en cualquier momento se le saldría por la boca; ni hablar de sus piernas temblorosas y el inmenso calor que lo atosigaba.

Rob no pudo evitar sentir algo de lástima, se acercó a la posición del molesto sujeto que lo perseguía y lo observó con detenimiento.

¿Por qué se sentía tan molesto?

-Rob -fue lo único que el menor alcanzó a hilar. Tenía al chico que quería tan cerca que su mente alzaba ideas revueltas sobre que hacer.

PROPIEDAD NO EXCLUSIVAWhere stories live. Discover now