❥Aún en tu dolor...❥

2.5K 101 74
                                    

Notas:

Pareja: Gumball x Rob

Advertencia: Esto no tendrá un buen final. 

✎✎✎✎✎

"Que aburrimiento", pensó el joven azulado. 

No había nada que hacer, se hallaba vagando por las calles de Elmore sin plan alguno. Darwin, su leal compañero de juegos, no se hallaba presente, salió con su pareja a ver una película. Ni siquiera pudo secundarle con una cita doble, Penny tenía que acompañar a su hermanita a una aburrida obra. 

-Maldición- musitó bajo, aunque el enojo aumentó de golpe. Pateó una lata que encontró próxima a su pie, esta rebotó por diferentes lugares, dando paso a una serie de eventos que llevaron a que un objeto de mayor peso impactara hasta dar con un destino inesperado. Su cobardía le obligaba a huir de la escena, pero ese "auch" le hizo sentir obligación de checar el estado de aquel individuo. 

Recordando el trayecto de aquel cilindro de hojalata, se aventuró a socorrer al perjudicado por sus berrinches. 

-¡Hey!- saltó aquella cerca con euforia.- Mi ex némesis, ¡Rob!, mi buen amigo Rob- extendió ambos brazos tratando de abrazar al chico alto. 

-¿Tú?- se apoyaba en una rodilla para levantarse y de paso se sobaba la cabeza.

-¡Cuánto tiempo!- ya estando tan cerca de cerrar con esa muestra de cariño el de pelo castaño le detuvo, posó una mano en su frente alejándolo lentamente. 

-¿Qué quieres?- preguntó con pocos ánimos. 

-¿Por qué tanta frialdad?, ¿no se supone que ya no somos némesis?- le miró con indignación mientras cruzaba los brazos. 

-Así es, ya no somos némesis, pero tampoco somos amigos- empezó a dar pasos que lo alejarían de su molesto acompañante. 

-Me quemaba más tu amor cuando eramos némesis- se aseguró de alzar la voz bastante para que le escuchara. 

El otro pasó por alto las palabras del más bajo, en resumen, fue ignorado. 

-¡Oye! ¡No he terminado contigo!- se puso a la par de la marcha contraria. 

Todo el rato, todo el tedioso rato, no paraba de blablabar, sus palabras ya le estaban perforando el cráneo.

-Dios santo, ¿puedes parar un segundo?- detuvo su andar, se giró para tomarle de los hombros. 

-Así te quería agarrar- eso exigía, su atención. Sonrió para sus adentros. 

-¿Por qué te esmeras en arruinar mi paz y tranquilidad?- le reprochó molesto. 

-No lo hago, solo quiero que me tengas prioridad en tus pensamientos- le miró tiernamente. 

-Eres raro- por otro lado, el se fijaba con disgusto.- Mira, no quiero que esto se torne incómodo, tú sigue con tu camino y yo con el mío- 

-Pfff, amigo, para incomodidad yo ya tengo un reservado- hablaba como si eso fuera algo de admirar. El delgado rodó los ojos. 

-Si, claro, todos aquí tienen un papel asignado, hasta para hacerte sentir incómodo ya no hay vacante- esas palabras...

-¿Rob?- alguna parte de él gritaba que dejara de ser estúpido y preguntara con madurez lo que le afligía.- ¿Quieres ser mi nuevo compañero de incomodidad?- puso una mueca de aversión.

-Eres un tonto, olvídalo- otra vez estaba decidido a abandonarle. 

-¡No, espera!- era tiempo de dejar las bromas de lado. 

PROPIEDAD NO EXCLUSIVAWhere stories live. Discover now