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Notas:

Pareja-> Tobías x Ocho

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-Mira esta sonrisa resplandeciente, ninguna chica se resiste a mi- alardeó un joven de cabello llamativo. 

-Viejo, ninguna chica se te acerca porqué tus manera de ligar dan asco- recalcó Gumball mientras se recargaba en un casillero. 

-¿Bromeas?, tengo a la mayoría detrás mía-

-Para darte una paliza, supongo- interrumpió el de suéter beige. 

-Cállate, he conseguido dos citas para este fin, tu envidia no puede aplacarme- 

-¿Dijiste "dos citas"?- los jóvenes que estaban conversando se alteraron al escuchar aquella voz. 

-Heeey... Qué gusto verte, Ocho- mintió el gato con algo de miedo.- ¡Adiós!- se alejó rápidamente para evitar problemas. Pesé que ahora estaban en la preparatoria, y que el chico seguía siendo más bajo que ellos, aún imponía miedo en sus oponentes. 

-Ah...- el de cabello esponjoso se quedó sin habla. 

-¿Es verdad lo que mencionaste?- alzó la voz. 

-S-sí, ¿por qué?- 

-Quiero que me enseñes- 

¿QUÉ?

*

El más alto aún no procesaba la situación ¿Cómo habían terminado en casa del azabache?

-¿Cómo lo hiciste?- cuestionó el violento chico para cortar con el ambiente silencioso. 

-¿A qué te refieres?- Tobías se retrajo ligeramente en su sitio. 

-¿Cómo diablos conseguiste dos citas?, enséñame- exigió. 

-Bu-bueno... Yo...- las palabras se atoraban en su boca, no sabía que mentira inventarse.- ¿Supongo que les gusta mi manera de besar?- trató de hacerse el "cool", pero el temblor en sus manos lo dejaba ver patetico.

El de tez pálida tardó en hablar, lo cual, puso en tensión al otro. 

-Enséñame a besar- 

La petición causo un enorme sonrojo en el colorido. 

-¿Q-qué?-

-Nunca he tenido una cita, mi madre dice que necesito una novia. Tu tienes dos citas, quiero que me transmitas tu sabiduría- su comentario fue tan calmado que en vez de tranquilizarlo solo lo confundió más. 

-N-no entiendo- 

-Joder, quiero que me enseñes como besar, ¿no ha quedado claro?- le gritó mientras se acercaba peligrosamente.

-¡No podría hacerlo con palabras!- trató de excusarse al tiempo que retrocedía. Terminó por chocar contra la pared. 

-¡Bien!, ¡entonces con acciones!- se apartó brevemente para patear un banquillo haciendo que quedara cerca del más alto, se subió encima y le tomó de las muñecas, lo dejó sin salida. 

Trató de vencer la fuerza ejercida, trsitemente, le tenían atascado. Bien pudo patear el objeto para tumbarlo y salir corriendo, pero, él sabía que eso solo pospondría un tiempo su sentencia de muerte. 

PROPIEDAD NO EXCLUSIVAWhere stories live. Discover now