PROPIEDAD NO EXCLUSIVA

❥Diferente imagen, mismo concepto❥

Notas:

Pareja☛Gumball x Hot Dog Guy

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—Gumball, ¡ya sal de allí! Llegaremos tarde —reclamaba un chico de ojos verdes y sudadera naranja.

—¡No puedo! ¡Esto es horrible! ¿Y si alguien se da cuenta? —Una voz se escuchaba del otro lado de la puerta. 

—Vamos, no fue tu culpa de todos modos.

Sí, claro que fue su culpa. Todo pasó por haber estado de curioso en casa de Héctor mientras su madre hacía algún tipo de "menjurje raro". Al querer fanfarronear acerca de sus habilidades de espía, terminó por tirar aquel enorme recipiente que contenía la desconocida sustancia. Lo malo es que el líquido viscoso lo alcanzó y cubrió toda su persona. 

Debido a la adrenalina y el susto del momento, lo único que hizo fue correr. No se percató de algún efecto secundario hasta que llegó a su hogar. Todo empezó por el cambio a un tono más agudo de su voz, luego el crecimiento no tan notorio de dos protuberancias en su torso; hasta pasar por un acelerado crecimiento de cabello y ahora este le llegaba a los hombros. Llegó a la conclusión tardía de que era alguna pócima de cambio de sexo. 

—Cierto, tienes razón. —Salió del cuarto donde Rocky solía perder el tiempo—. Además, podría volver a intentar ser la más popular y bella de la escuela. —Posó al tiempo que su hermano rodaba los ojos y lo tomaba de la mano para llevarlo al salón de clases. 

Los presentes en el aula instantáneamente notaron algo fuera de lugar. Las miradas sobre él no se hicieron esperar poniéndolo incómodo. 

—¿Otra vez disfrazándote de chica? —Un joven con banda deportiva en la cabeza no tardó en atacarlo. 

—¿Dónde olvidaste el vestido? —le secundó Banana Joe. 

Las risas de sus compañeros hicieron que las mejillas del chico se iluminaran de un intenso tono rojizo. 

—¡No lo molesten! —intervino Darwin poniéndose en frente de su hermano—. Te recuerdo, Tobías, que tú utilizas el maquillaje de tu madre. —Eso volvió a desatar risas en los que se encontraban alrededor, haciendo que el chico colorido retrocediera con todo y asiento. 

—¡Ya paren con su ruido y siéntense! La clase va a comenzar. —La llegada de la señorita Simian dejó en seco el bullicio. 

Después de las clases, en el receso, todos volvían a juntarse alrededor de los hermanos. 

—Esta vez te esmeraste en parecer una chica bonita, Gumball —se burló Masami mientras colocaba sus manos en los hombros de este.  

—La peluca parece muy real. —Penny acariciaba los mechones de su novio. 

—Incluso añadiste detalles. —Tobías hizo una obvia alusión al desviar la mirada al pecho de su compañero. 

Eso fue el detonante para que el gato saliera huyendo del lugar. Pensaba que la atención que atraería sería para alagarlo, como en aquella ocasión; no para molestarlo. 

—¡Gumball, espera! —Su hermano se levantó de su asiento, pero no corrió tras el mencionado. 

Corría sin pensar hacia donde se dirigía, ni siquiera prestó la debida atención al camino. Chocó contra una figura más alta que él.

—¡Ah! ¿¡Pero qué...!? —Estuvo a punto de reclamar con cólera a un completo desconocido que ni al caso venía. Aunque, al observar a dicho "desconocido", su cerebro se desconectó por segundos. 

Era él; su compinche de todos los momentos más incómodos de su vida. 

Regresó al presente cuando escuchó como su hermano le buscaba gritando su nombre. Por algo que él creía era "instinto" jaló a ese sujeto de cabellos rubios y corrieron lejos del sitio, sin saber cómo, ambos terminaron nuevamente en el cuarto de las escobas.