❥Noche agitada❥

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Notas:

Pareja: Darwin x Julius

Aquí pueden aumentarle la edad si gustan, habrá alcohol de por medio.

A partir de aquí dejo muuuucho a la imaginación.

✎✎✎✎✎

Los padres de Tobías se encontraban realizando un viaje de importantes "negocios" fuera de casa, por lo que, se ausentarían por un tiempo. Dejaron todo en manos de su "confiable" hijo, el cual, no dudó mucho para que lo primero en su lista fuese realizar una fiesta. El propósito era presumir acerca de su fortuna. Aunque, como suele pasar en algunas ocasiones, conocidos invitaron a otros conocidos, de manera que, hubo un aglomeramiento de personajes. Era peor que las tiendas en épocas de rebaja.

—¡Muy bien, Darwin, presta atención! —decía un chico de suéter beige—. ¡Tenemos que mezclarnos! Pero al mismo tiempo hay que sobresalir entre esta bola de perdedores —dijo firme y alto. Algunos de los que lograron oírle le observaron enojados.

—No entiendo. ¿Para qué quieres hacerte notar entre este montón de desconocidos? —cuestionó su compañero en un tono más prudente, debido a que unos pocos todavía les miraban mal.

—Hay que ganar puntos de popularidad, Darwin. Debemos dejar algo legendario en esta fiesta para ser recordados —explicaba el de melena azul.

—¿Y cómo planeas hacer eso?

—Tú solo sígueme.

La fiesta se descontroló luego de que Tobías sacara unas cuantas botellas del armario. Era obvio que contenían alcohol. La música se alzó al punto de dejar inaudible las voces de los presentes.

—¡Oye! —reprochó el de sudadera naranja—. ¡Qué estás haciendo! ¡Tú no bebes! —Tapó por encima el vaso de su hermano.

—¡Vamos, viejo, no seas amargado! ¡Recuerda que hay que mezclarnos con los otros! —Quitó la mano intrusa y dio un sorbo. Puso una mueca de evidente disgusto.

—¿Ves? ¡Ni siquiera te gusta! 

—Ya me acostumbraré —fue su último diálogo para luego alejarse, dejando gritando al menor en la multitud.

Ya habían pasado dos horas. Quería irse a casa. No tenía nada que hacer. Su hermano ni siquiera lo estaba buscando, y, a decir verdad, él tampoco deseaba ir a buscarlo entre todo el montón de gente. El ambiente apestaba a sudor, alcohol y diferentes perfumes. No tenía con quién hablar. Carrie y Penny se negaron a acompañarles; sabían a que tipo de fiesta se adentrarían.

Caminó por la casa esperando encontrar al gato para irse; subió las escaleras y analizó en la planta alta; indagó por dos cuartos diferentes hasta que se lo encontró en el tercero, para su mala suerte. Su compañero de travesuras estaba muy ocupado en una situación comprometedora con un chico rubio. Los implicados estaban tan fuera de sí, que no se percataron de su entrada. Se quedó en shock sin poder procesar, salió del trance hasta que Tobías hizo acto de presencia.

—¡Ja! Esto valdrá oro mañana —habló mientras sacaba su teléfono celular.

La pareja apenas y se separó, atontados observaron a quienes estaban en el marco de aquella entrada.

Darwin se alejó con desagrado al detectar el olor a cerveza. Además, el chico colorido tenía cosas pintadas por toda la cara; ni hablar de que no sería espectador de aquello entre su hermano y otra persona. 

Decidió ir a la cocina. Le urgía encontrar un lugar donde beber algo saludable. La puerta se hallaba atascada. Dio unos cuantos empujones y de sorpresa cayó al suelo.

PROPIEDAD NO EXCLUSIVAWhere stories live. Discover now